23 de junio de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Seguridad alimentaria y vecindad 

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) -  Luego de la crisis de los balseros (1994), el canciller Roberto Robaina hizo una gira por varios países del Caribe. Al regresar, reunió a los miembros de la cancillería en el teatro del Centro de Prensa Internacional, y sorpresivamente dijo que Cuba debía aprender del desarrollo alcanzado por los pequeños estados del Caribe.

Doce años después, en medio de crisis económicas, alimentarías y de altos precios del petróleo, la isla sigue sumida en el “período especial, importa el 80%, de los alimentos y recibe al menos 3 millones de dólares en ayuda de las Naciones Unidas, para paliar la anemia que aqueja a los niños del escudo oriental.  Un triangulo formado por las provincias Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín.

Una realidad diferente tiene la República Dominicana, país que en los últimos años y con la aplicación de políticas liberales logra resultados positivos que la prensa internacional llama revolución económica.

El presidente reelecto en los últimos comicios, Leonel Fernández, con su hablar castizo y un pragmatismo que destroza el cliché del latino cálido y voluble. Lo ha dicho: queremos convertirnos en el granero del Caribe.

Para ello el gobierno dominicano no teme desatar los mecanismos del liberalismo económico, tanto como recibir los subsidios de Venezuela a través de Petrocaribe. De donde, según los últimos contratos, importa 50 mil barriles diarios de petróleo.  Algo menos de la mitad de sus necesidades de carburante.

En los últimos 30 años, mientras Cuba desmontaba su industria azucarera, se volvía dependiente de Venezuela y destruía la producción agropecuaria, República Dominicana paso de una economía agrícola a una de servicios.  Su éxito se basó en la introducción de un modelo de producción intensivo, que ha generado empleos, introducido nuevas tecnologías,  mayor productividad, y capacitación de la fuerza laboral orientada hacia las exportaciones.

Quisqueya  ofrece al visitante un turismo variado. Los productores dominicanos satisfacen el 80% de las necesidades alimentarias nacionales y esperan  la asistencia necesaria para ser competitivos con los principales polos turísticos del mundo.  Es más, ven la actual situación de crisis de alimentos como una oportunidad para desarrollarse.

Desde su casa en Pinar del Río, donde según los últimos reportes el ex canciller Roberto Robaina se dedica a pintar cuadros cuyos temas son mujeres y gallos, parece decir a sus seguidores: recuerden mis palabras.

 

 

 

 
 
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