20 de agosto de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Provocaciones diferentes

Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - La revolución cubana es como una canción de cuna para dormir a un niño. O mejor dicho, entretenerlo. Lo que ayer fue el coco para el hombre nuevo hoy se convierte en una nana que arrulla a este individuo con pose provocativa y gesto diferente. Si digo provocaciones y diferencias es porque bajo un sistema de una sola canción y una sola nota, cualquier cambio de melodía o tono ejecutado sin permiso podía culminar su ritmo en una celda.

El travesti Samanta (en el carné Iván), era en los años 60 santero y homosexual, algo más difícil de entender para los inquisidores revolucionarios que declararse ateos y creer en Dios. Luego de ser perseguido por su ambigüedad, expulsado de su centro laboral y enviado a la UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) por escandalizar con su actitud al nuevo prójimo, hoy hace fila el último jueves de cada mes en el cine La Rampa para compartir sus experiencias en el espacio Diferentes.

Según Samanta, en este ambiente se siente realizado, no sólo por dialogar sin miedo con personas que comparten su orientación sexual, sino también porque constituye un triunfo contra la homofobia, el machismo y otras tendencias discriminadoras que lo hicieron vivir entre las sombras.

Filmes con temática amorosa homosexual, charlas y debates auspiciados por el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual) y el Proyecto 23 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), vindican, pero no borran, la persecución a que fueron y aún están sometidos los diferentes.

Samanta piensa todavía que es un sueño y teme despertar en medio de una noche lluviosa, el chirrido de autos, el grito de maricón  y el chacachaca de un tren rumbo a un cañaveral en Ciego de Ávila. Pero también los provocadores tienen espacio, si llamamos provocaciones a lo que en cualquier otro país es un diálogo entre artistas y personas civilizadas.

Provocaciones, la nueva tertulia que la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) inauguró el primer jueves de este mes para el diálogo cultural, reflexivo y crítico en la Galería Villa Manuela, estuvo dedicado al tema: Para un balance crítico del arte cubano en los años 90.

Pinturas, publicidad, artes escénicas, ballet, video clip, compartirán  espacios donde no estará prohibido discrepar, siempre para bien de la cultura artística y la sociedad cubana, con un denominador común: las ideas revolucionarias

Es decir, habla lo que nos conviene, alimenta, baña y permite viajar. De ahí en adelante, a discutir en el malecón.

Pero del lobo un pelo, expresó Manuel, quien fuera detenido hace unos años y amenazado con ser enviado a prisión  por repartir un material subversivo tan letal como el libro de Raúl Rivero Ojo, pinta: Pintores cubanos en el período especial.

La cuestión es que el coco de las provocaciones y las diferencias cambió la letra y ahora es una nana para dormir a un niño que, ojalá, como casi siempre sucede, no termine en una pesadilla.

 

 

 

 
 
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