12 de agosto de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

La vida real

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Al cabo de sus 82 años, José tiene que ser intervenido quirúrgicamente. Padece de un pequeño tumor cancerígeno en la vejiga. Con el resultado de sus análisis clínicos en la mano, fue a ver al cirujano. Solamente le faltaba la donación de sangre reclamada para el ingreso en el hospital donde lo operarían.

Entonces, uno de sus hijos planteó esta situación a un amigo que le resolvió el problema con una donación a nombre de José. Estimulado por la rápida resolución de todo lo necesario para la operación, el anciano volvió a  la consulta del cirujano con todo en regla. Ahora, ocurre que el cirujano sale de vacaciones y José continuará con el carcinoma en la vejiga hasta el próximo mes.

¿Cómo solucionar esto más rápido? Pues hablas con el médico y le pagas. Aquí ya comienza el interés, se dirá usted. Si hoy en día, necesita de una operación, mejor es que cuadre con el cirujano y resuelva de inmediato su problema. Si no, tendrá que esperar. Generalmente, las operaciones cuestan entre 50 ó 60 pesos (cuc), unos 1250 pesos en moneda nacional.

En Cuba, el servicio de salud es gratuito. No obstante, las dificultades económicas y la escasez de médicos han provocado  un descenso notable en la atención médica y clínica. Miles de ellos están fuera de la isla en misiones sanitarias, unos 30 mil, según informaciones oficiales.

El mes pasado hubo graduaciones masivas de médicos en todas las facultades de medicina del país. Incluso, varios cientos de graduados provienen de países latinoamericanos y ahora regresan a sus países de origen. Pero esos son profesionales que inician una carrera profesional y por muy buenos resultados que hayan obtenido, solamente la experiencia y el estudio permanente los convertirán en excelentes galenos.


Por otra parte, la desvalorización de los salarios tiene mucho que ver con los problemas que ocurren en esta esfera. Una persona que limpie pisos, con dos salarios iguala prácticamente en salario a un médico. La diferencia está en la finalidad de la profesión y el sacrificio de estudiar tantos años para obtener el título.

En la vida real, los profesionales requieren una mejor remuneración. Últimamente, las autoridades han recalcado que cada quien ganará de acuerdo a sus ocupaciones y responsabilidades. Pero las medidas necesarias para corregir los errores aún parecen estar trabadas en los entresijos de las redes de la burocracia. Mientras, las personas como José se verán obligadas a esperar por la atención médica o a pagar para que los atiendan de inmediato.

 

 

 

 
 
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