El
SIDA en Cuba: Del silencio a la verdad científica
Dr. Eloy A. González.
Medicina
Cubana, 21 de enero de 2006.
Se ha dicho con bastante acierto que el SIDA
es una enfermedad que vive del silencio, la falta
de información y la ignorancia . Con relación
a esta afirmación me atrevo a agregar que
esta Enfermedad en Cuba transitó el camino
del silencio, se alimentó de una información
sesgada y promovió una peligrosa ignorancia;
todo lo cual trajo aparejado una burda manipulación
de informaciones que sólo ha distorsionado
el análisis científico-epidemiológico
de esta Enfermedad en nuestro país.
En el año 1985 trabajaba en el Hospital
Territorial de Cárdenas, una institución
hospitalaria que contaba con 429 camas y un equipo
de médicos especialistas bien calificados.
Una mañana fuimos citados a la Dirección
del Hospital los Jefes del Departamento de Medicina
y Patológica, y a mi en calidad de Especialista
de Oncologia. No teníamos idea de lo que
se trataría en aquella reunión,
al llegar el Secretario del Partido se apresuraba
en retirarse de la oficina quedando allí
el Director. Este comenzó a explicar la
aparición de "una enfermedad que afectaba
a hemofílicos, drogadictos y homosexuales",
siguió diciendo, "aunque esta enfermedad
se había detectado en EU, los enemigos
de la Revolución atribuían su aparición
en este hemisferio, a la presencia de las trapas
cubanas en Angola". A continuación
nos recordó, "que esa era una reunión
confidencial, y que no debía trascender
lo allí tratado al resto de los médicos";
no se detuvo en su explicación y continuó
diciendo ; "esta enfermedad se caracteriza
por estar asociada a neumonías de difícil
control, pacientes que fallecen con cuadros febriles
sin causa aparente, aumentos de ganglios linfáticos
y Enfermedad o Sarcoma de Kaposi".Nos exhortó
a guardar silencio y estar muy atentos a este
cuadro clínico de infecciones oportunistas
y déficit inmunológico , para concluir
agregando: "nadie sabe si es un nuevo ataque
del Imperialismo". Quede aturdido, una enfermedad
de evolución mortal y de reciente aparición
tocando a nuestras puertas y sólo se daba
una información pobre y limitada a tres
especialistas. Hasta este punto se pedía
silencio, se informaba poco y se invitaba a la
ignorancia. Mal empezábamos.
Si, muy mal empezamos. El origen de la enfermedad
en Cuba se asocia de un lado a la identidad de
un coreógrafo cubano que contrajo la enfermedad
en los EEUU, así como la relación
de ésta Enfermedad con la permanencia de
las tropas cubanas en territorio africano, en
las zonas endémicas del VIH; esto último
pudo haber constituido la vía de entrada
del SIDA en el país. También las
autoridades no perdieron tiempo en propalar la
teoría de un virus desarrollado en los
laboratorios del Pentágono, como parte
de la Guerra biológica de la CIA. ¿Contra
quien?, nos preguntamos, pues los primeros casos
y las primeras victimas diagnosticadas eran norteamericanos.
De esta forma el análisis científico,
despasionado y necesario de una Enfermedad que
se convertía en una epidemia quedaba anulado.
Las siglas de SIDA significan: Síndrome
de Inmuno Deficiencia Adquirida; enfermedad producida
por el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana)
pero no fue este nombre el que tuvo en sus inicios,
o al menos cuando fue caracterizada la enfermedad.
Alrededor de 1981 el Centro de Control de Enfermedades
(CDC) en Atlanta, EU, emitió un informe
sobre un Síndrome que antes no se conocía
pero con características clínico-epidemiológicas
bien definidas; lo denominaron como tal (SIDA)
al año siguiente (1982) y es entonces cuando
se definen los grupos de riesgos.
En Cuba según informe consultado , en
el 1983 se creo una comisión multidisciplinaria
para la prevención y el control del SIDA
que organizó un sistema de vigilancia epidemiológica
ante la aparición de casos con enfermedades
oportunistas y se estableció la prohibición
de importar sangre y sus derivados de países
con SIDA. Entre 1985 -1986 se instalaron centros
de diagnósticos para VIH en provincias
y municipios .
No dudamos de los datos aportados por la investigadora
Rodríguez Roch, pero para el lector no
le resultará difícil apreciar que
hay un tiempo entre el momento en que el CDC,
en el año 1981 estableció una alerta
epidemiológica y el tiempo en que, en un
Hospital en Cuba de nivel intermedio se le da
a conocer la información, muy limitada
por cierto, a sólo tres especialistas.
Las autoridades de Salud estaban más preocupadas
por guardar silencio y así ganar tiempo
para poder contrarrestar las opiniones vertidas
en el extranjero sobre la posibilidad de que el
SIDA había alcanzado el hemisferio occidental,
al haber sido infestadas las tropas cubanas en
África, esto es, considerando que los Epidemiólogos
ya apuntaban a África como el sitio primario
de esta enfermedad de origen viral.
En el año 1986 se convocó a reuniones
con especialistas de distintas disciplinas y se
dio a conocer de forma amplia las características
de esta enfermedad, así como los procedimientos
a seguir para su control epidemiológico.
Coincidiendo con el diagnóstico de los
primeros casos de SIDA en Cuba, se puso en práctica
el Programa Nacional de Lucha contra el SIDA para
el control y la prevención de la infección
por VIH producida por transmisión sexual.
Sin embargo considero que se perdió un
tiempo muy valioso, se apostó por el silencio
y las especulaciones de tinte político.
Mirando de forma restropectiva; muchos médicos
se percataron de que pacientes que fueron mal
diagnosticados, o no tenían un diagnóstico
de certeza; no eran sino enfermos de SIDA terminales;
muchos de los cuales habían participado
en misiones internacionalistas en África.
En otro orden de cosas; considerar que el éxito
en el aislamiento hospitalario de los pacientes
con dengue hemorrágico justificaba la hospitalización
forzada y el aislamiento obligatorio de los pacientes
con SIDA, es desconocer la evolución y
el pronóstico de ambas enfermedades. Nada
justifica el recluir en los Sidatorios a estos
pacientes que ya eran tratados en otros países
de forma adecuada, sin llegar a violar sus derechos
más elementales.
Más que los argumentos esgrimidos por
las autoridades de Salud de Cuba para aislar a
esos pacientes; estoy convencido de que la opinión
que primó fue la certeza de que en nuestro
país se vive una permanente promiscuidad
colectiva; lo que llevaría en poco tiempo
a un aumento de la prevalencía de la enfermedad.
No faltaron opiniones considerando que la reclusión
sídica entre los años 1986-1993;
significó el ocultamiento deliberado de
la pandemia, la inhibición de las campañas
preventivas y la imposición a los enfermos
de la doble condición de enfermos y de
nuevos leprosos medievales; subrayándose,
de paso, el carácter asocial de los infestados
que no merecen la libertad de movimientos. Aislados,
sentenciados a no mezclarse con los sanos, los
seropositivos y enfermos por igual .
La razón por la que el Ministerio de Salud
Publica en Cuba, desestimó esta política
de encierro obligatorio, se debió a la
imposibilidad de mantener el alto costo económico
que representaba este sistema; el cual tenía
que garantizar insumos para 13 sidatorios cuando
el País se replanteaba toda su política
de subsistencia en el llamado Periodo Especial.
Estaba en ese momento en juego la propia subsistencia
del Estado Totalitario y muchas cosas se eliminaron,
entre ellas los Sidatorios. En cuanto a la opinión
pública internacional que denunciaba la
violación de los Derechos Humanos de estos
pacientes; no creo que haya influido en nada para
terminar con este sistema de internamiento obligatorio.
Por otro lado, existen dudas razonables sobre
la veracidad de las estadísticas que proporciona
la Dictadura Castro-comunista a través
de sus organismos, a las agencias internacionales.
Los reportes estadísticos presentados a
organismos internacionales han pasado por el tamiz
del "secreto estatal", donde obviamente
se esconden o deforman los datos. Detrás
de cada cifra o conclusión estadística
existe casi siempre una evidente manipulación
de motivaciones políticas . Dejando a un
lado toda especulación posible; es aceptable
que el índice de prevalencia del SIDA en
Cuba es de los más bajos en términos
comparativos. El HIV Prevalence (% age 15-45)
20003 es de 0.1 {< 0.2} .
Hay cifras que nunca sabremos, la de la tristeza,
el abandono y la desolación de las víctimas
del SIDA que nunca pudieron hablar, y a los cuales
nadie les preguntó ni pudieron tomar decisiones.
Esta la historia amarga aún no escrita
de los portadores voluntarios del SIDA, jóvenes
que en varias localidades se auto inocularon el
virus en un ritual de dudosa interpretación.
Muchos testimonios hay sobre todo esto , pero
la historia está por escribirse sobre todo
la de los jóvenes que se auto inocularon
el virus del SIDA y de los cuales se guarda un
silencio cómplice.
El drama de estos jóvenes fue llevado
al cine en un documental titulado: "Maldito
sea el nombre Libertad"; pero aún
no esta claro los motivos que condujeron a estos
cometer este acto de suicidio concertado.
Existen opiniones contradictorias, pero opiniones
al fin que debemos considerar, un joven con SIDA
afirmaba: "Cuando hay que hablar de VIH en
Cuba, no son imágenes terribles las que
recuerdo, para nada pienso en encierro o maltratos,
todo lo que me viene a la mente es lucha, amor,
esperanza y futuro. Y créanme que les hablo
con el corazón .
En los últimos tiempos se ha venido especulando
sobre el aumento de la incidencia del SIDA en
Cuba, en relación con el incremento de
la prostitución en todas sus variantes,
y el hecho de que la Isla se ha convertido en
un destino para el turismo sexual. No dudamos
que esto puede incrementar la prevalencia de la
enfermedad y queremos hacerlo notar. Por otro
lado, algunos científicos latinoamericanos
que asistieron a la Conferencia Internacional
sobre el SIDA en Bangkok advirtieron que, "Cuba
es una bomba de relojería", al afirmar
que en nuestro país se han detectado todos
los subtipos del VIH ; complicando aún
más el acercamiento y la interpretación
de los problemas alrededor de esta Enfermedad
en Cuba.
El SIDA, como el Dengue Hemorrágico, la
Conjuntivitis hemorrágica y la Neuritis
Óptica o Neuropatía Cuba, todas
ellas epidemias que se han producido en Cuba;
conforman un grupo de enfermedades en la cuales
la paranoia y la contaminación política
de un lado y la manipulación de la información
por otro; ha conducido a que los médicos
que prefieren trabajar con absoluto rigor científico
y resuelta consagración al cuidado de sus
pacientes; se vean desprovistos de los medios
para un análisis científico adecuado
de estas entidades nosológicas que han
afectado en mayor o menor grado y durante un periodo
de tiempo muy amplio, a buena parte de la población
cubana.
Aún estamos en deuda a fin de proveer
un estudio completo y pormenorizado del SIDA que
nos lleve a conclusiones más creíbles;
dejando a un lado controversias y filiaciones
políticas.
Aún estamos a tiempo para saldar esta
deuda con la Ciencia Médica en nuestro
País. Debemos de aceptar el reto de aproximarnos
a la verdad científica despojados de maniqueísmos
de ocasión, y con la prestancia necesaria
para transitar el camino de la certidumbre.
Referencias:
El silencio mata. Soren Triff.
El Nuevo Herald 22 de junio del 2000
El SIDA en Cuba. Liana Rodríguez Roch.
Universidad de la Habana Papers 52,1995
idem
Comentario sobre el trato a seropositivos en Cuba.
La Jornada, Mx. (06-06-01).
El sida, la CIA y los Derechos Humanos .Miguel
A. Puñales. www.cubaencuentro.com
Human Development Reports. Cuba. http://hdr.undp.org/statistics/data/cty/cty_f_CUB.html
Marginados. Rafael Ferro Salas, Grupo Decoro.www.cubanet.org
Sanatorio los Cocos, no todo es color de rosa.
José Alberto Aguilar. www.cubanet.org
Vivir con VIH en Cuba .Carlos Aragonés.
www.apla.org
El SIDA en Cuba es un polvorín. EFE. www.futurodecuba.org
© 2005
* Physician and Freelancer Writer. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com
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