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DE CUBA
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Llama Gutiérrez Menoyo a apoyar a Kerry
LA HABANA, 17 (AP) - Un disidente cubano pidió
a sus compatriotas emigrados a Estados Unidos
apoyar la campaña presidencial del demócrata
John Kerry, afirmando que las políticas
del gobierno estadounidense actual perjudican
los intentos de democratización en la isla.
Un mensaje del opositor Eloy Gutiérrez
Menoyo, un ex comandante revolucionario que rompió
con Fidel Castro y pasó dos décadas
en prisión antes de exiliarse, apeló
a "la sensibilidad de los cubano-americanos
que viven en Estados Unidos".
Gutiérrez Menoyo demandó a estas
personas que "por amor a su patria de origen"
y al "bienestar" de su nueva nación
voten por Kerry.
Según el opositor las medidas del presidente
George W. Bush muestran una perspectiva política
envejecida, que sólo trae desasosiego a
las familias isleñas.
Hace algunas semanas el Departamento de Estado
dio a conocer un informe para promocionar una
transición política en Cuba con
vistas a cambiar el sistema socialista en la isla.
Entre las iniciativas del proyecto se incluyó
limitar los envíos de remesas, espaciar
los permisos para viajes e incrementar los controles
de dinero hacia Cuba especialmente procedente
del turismo, la principal área económica
de esta nación caribeña.
Sin embargo, Gutiérrez Menoyo especificó
que su pedido de apoyo para Kerry va mas allá
del "disgusto" provocado por las medidas.
"Conocimos (a Kerry) en Washington en un
viaje de activismo y encontramos en él
suficientes coincidencias para entender que su
ascenso a la presidencia sería beneficioso
para la democratización de Cuba",
manifestó.
Gutiérrez Menoyo regresó el año
pasado del exilio y anunció que se quedaría
en Cuba a pesar de que las autoridades no han
definido su estatus migratorio legal.
Reabre centro cultural español en Cuba
pero bajo control cubano
LA HABANA, 17 (AP) - Un año después
de haber sido cerrado en medio de una agria disputa
política con la Unión Europea, se
reabrió en esta capital un centro cultural
español, que ahora bajo otro nombre administrará
el gobierno cubano.
"Se lo denominó (ahora) Centro Hispanoamericano
de Cultura, la intención es establecer
a partir de su programa la promoción y
el intercambio de personalidades en un triángulo
entre Cuba, España y Latinoamérica",
dijo a la AP su directora Lesbia Méndez.
Aunque el cierre de su antecesor fue sonado,
el inicio de las actividades del nuevo centro
se produjo paulatinamente desde finales de mayo
y recién en junio "se dan los primeros
pasos", indicó Méndez.
Instalada en la Casa de las Cariátides,
edificada a comienzos del siglo XX para un exclusivo
club de hombres, la institución sustituirá
al Centro Cultural de España en el cual
la nación ibérica había depositado
seis millones de dólares de su presupuesto
de cooperación desde 1995 hasta junio del
2003.
"Sabemos que el referente está muy
próximo y es muy alto pero vamos a asumir
el reto", indicó Méndez consultada
sobre las inevitables comparaciones con su predecesor.
Ahora la institución estará adscrita
a la Oficina del Historiador de la Ciudad, Eusebio
Leal, quien maneja además toda una red
de casas de cultura en La Habana Vieja, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
"Desde el punto de vista económico
no vamos a lograr autofinanciarnos", reconoció
la directora, quien aclaró que por lo pronto
no hay prevista colaboración internacional
para las iniciativas del centro.
"Los proyectos se harán con mucha
calidad pero con modestia económica",
agregó.
La programación incluye actividades académicas
como paneles y ciclos de conferencias y también
conciertos, presentaciones de obras de teatro
y hasta cine para niños.
En la planta baja se instaló un área
expositiva y una sala de proyecciones; en el segundo
piso un enorme espacio multiuso con un escenario
y en el tercer nivel se colocó el recinto
para navegación de internet y una biblioteca,
estos dos servicios sólo para subscriptores.
La disputa estalló cuando la Unión
Europea criticó la imposición de
largas condenas de cárcel a decenas de
disidentes, acusados de recibir dinero de Estados
Unidos para conspirar contra el gobierno cubano,
así como el fusilamiento de tres secuestradores
de una lancha en medio de una crisis migratoria.
Los gobiernos del viejo continente, que anteriormente
sostenían buenas relaciones con Cuba, decidieron
además aplicar sanciones a la isla y retirarle
diversos tipos de asistencia. Cuba los acusó
de ser serviles a la política estadounidense.
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