Una
intervención de juguete
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - El optimismo institucional de los
funcionarios del Centro Cultural de España en La Habana (Malecón #
17 entre Prado y Capdevila) llegó al extremo de emitir -en mi carnet de
asociada a la mediateca- la fecha 31/12/2005 como límite temporal de
vencimiento o renovación de la membresía. Falso optimismo: falacia
institucional.
Este fin de semana, una magra declaración del MINREX -al peor estilo
de un parte de guerra- ha puesto punto final al Acta de Establecimiento
fundacional de 1995, así como a un Protocolo Adicional suscrito paradójicamente
apenas nueve meses atrás, con lo cual El Palacio de las Cariátides
pasará a albergar un repentino Centro Cultural Federico García
Lorca, poeta español "brutalmente fusilado por el fascismo en 1936"
-¿qué fusilamiento no es brutal, incluso en 2003? Dicho centro
-concluye la nota publicada el sábado 14 de junio en el periódico
Granma- "sí se dedicará por completo a difundir en nuestro país
los mejores valores de la cultura española". Hum...
"Cuando oigo la palabra cultura, yo echo mano a la pistola", es la
frase atribuida a Goebbels donde se alude al rol sospechoso -por hipercrítico
y azarosamente fuera de control- de toda reflexión respecto a cualquier
acción. De ahí el culto fascista por la acción unívoca,
por la demostración (desfile), por lo histriónico antes que por lo
histórico -a pesar de haber enarbolado siempre una retórica
chovinista-nacionalera.
Hum... Pero en tiempos de misiles y pistolas calientes en el otro
hemisferio, ¿por qué no invertir a tiempo la confesión -acaso
apócrifa- de Goebbels y echar mano entonces a la cultura? Para algo habrán
de servir los slogans de "Ser cultos para ser libres", "Lo
primero que hay que salvar es la cultura" y "Somos el pueblo más
culto del mundo". Y para algo también la campaña -nótese
el argot marcial- montada a favor de la "masificación de la cultura"
hasta lograr una victoria más en la "batalla de ideas", la cual
recientemente incluyó la fundación de todo un Frente Anti-Fascista
Mundial desde La Habana, Cuba -al parecer, nueva capital de los Ejércitos
Aliados.
Es decir, se trata aquí de blindar el espacio cultural cubano a la
manera de un búnker anti-nuclear. Fuera del búnker, todo: dentro
del búnker, nada. Es la antigua táctica guevarista de no ceder
ante el imperialismo "ni un tantito así". Sólo que, por
alguna moda retro de la opinión pública mundial, desde el
11/09/2001 resulta mucho más rentable tildar a ese "imperialismo"
de "fascismo". Y más que al "imperialismo", al "capitalismo"
en general: llegándose a trastocar el término globalización
neoliberal por el de -¡precisamente!- goebbelización.
Y es justo en este contexto de fanfarria pro-cultura y anti-capital -como si
lo segundo no fuera la base de la primera, según el propio Karl Marx- que
se incluye ahora el caso del Centro Cultural de España, germen de una
institución a la cual ni Los Reyes Magos podrán ya conservar en
medio del páramo institucional al que nadie quiere dar pleno crédito
-ni dentro ni fuera de la Isla: ¡los nacionales nos hemos quedado solos, de
tú a tú con un poder personalísimo y sin colchón jurídico
a mano!
Los funcionarios españoles, no hace mucho disfrazados de -¡precisamente!-
Reyes Magos de enero, habrán pues de recoger sus bártulos y cortar
de cuajo sus contactos -y sus contrato$- con la intelectualidad habanera (en los
últimos nueve meses muchos fueron "aconsejados" a declinar
tales acercamientos), y es de esperar que -al menos- dejen atrás en su
retirada los excelentes libros, revistas, periódicos y audiovisuales que
introdujeron al país para -según el reporte sabatino de Granma-
mantener "un programa de actividades no relacionadas con su función
original, en abierto desafío a las leyes y las instituciones cubanas".
¿Cuáles supuestas leyes violadas y cuáles supuestas
instituciones burladas?: no se especifica en el parte -acaso por falta de
espacio en el ya de por sí magro periódico. Hum...
En cualquier caso, valga la ocasión para celebrar este parto -o
aborto nuevemesino- a la vieja usanza revolucionaria: "¡¡¡Se
ñamaba Centro Cultural de España!!!" Y ya casi me es posible
hasta visualizar al nuevo Centro Cultural Federico García Lorca atestado
de visitas dirigidas de pioneritos y abuelitos locales, así como de
alguna que otra delegación extranjera del continente africano o de
Latinoamérica. La nostalgia de las nacionalizaciones al por mayor también
tiene derecho a persistir en la memoria de la patria, y esta intervención
de juguete considero -aún cínicamente- que resulta un magnífico
recurso mnemotécnico.
Los tiempos no han cambiado demasiado, pero la HISTORIA en mayúsculas
espontáneas sí ha devenido toy-story en minúsculas
subtituladas. Hoy la prodigiosa década de los sixties -tras el garabato
de los paupérrimos años noventa- ya nunca podrá retornar
del todo, es cierto. Pero tampoco se ha largado nunca del todo, no es menos
cierto. Y alguien debía hacer recordar -de hecho, ya lo hizo- que el espíritu
cultural del búnker sigue siendo "dentro de la revolución,
todo: fuera de la revolución, nada". "The rest is dross",
es un verso de -¡precisamente!- el poeta fascista Ezra Pound (al cabo
prisionero de los Ejércitos Aliados y por suerte no "fusilado
brutalmente").
Por lo demás, ni antes ni después del 31/12/2005 pienso ya
devolver mis dos últimas extracciones de la mediateca: unos relatos de
Mario Vargas Llosa y la poesía de Roberto Fernández Retamar
antologada de cara a Visor. Por favor, nadie comente mis intenciones en público.
El presupuesto de mi biblioteca familiar es acaso tan magro como el de Granma.
cnet/25
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