Peor el
remedio...
Rafael Ferro Salas, Grupo Decoro
PINAR DEL RÍO, febrero (www.cubanet.org) - Un nuevo sobresalto tiene
ahora la población cubana. Una gota más en la copa de sus
miserias. Las autoridades se debaten en una carrera loca contra las drogas por
cada rincón de la Isla. Operativos policiacos a todas horas se llevan a
efectos en las calles de las ciudades.
A voz en cuello una señora expresó sin temor alguno:
- Ahora vamos a estar peor que antes. Nos vamos a morir de hambre. Nadie
quiere vender nada por miedo a los operativos.
Sucede que las acciones de la policía, colmadas de registros a
domicilios y a las personas han traído como consecuencia la detención
de muchos ciudadanos y el decomiso de todo tipo de productos y bienes
adquiridos. Los comerciantes particulares se han puesto a la defensiva y han
paralizado sus labores de prestación de diferentes servicios a la población.
Los cubanos habían encontrado una vía de escape a sus
carencias en los servicios prestados por los propietarios privados. Ventas de
alimentos de confección casera, carnes y otros productos que el estado no
oferta eran adquiridos en estos mercados. La acción policial, esgrimiendo
una supuesta batalla sin cuartel contra las drogas, ha dirigido su brújula
hacia el sector privado, lo que ha traído como resultado la interrupción
y el cierre de los mencionados servicios.
Tal parece que toda la razón del mundo se encierra en la frase de un
anciano que se encontraba a la espera de la llegada del periódico:
- Cada vez que el estado toma una medida la peor parte la llevamos los de
abajo.
Así andan las cosas en Cuba. La policía prosigue su carrera
loca tras la droga. Una especie de red de pesca gigante tirada sobre las calles,
en las que todo tipo de negocio cae. Aparece entonces el temor y el ciudadano
común, lejos de sentirse protegido, sólo atina a expresar
desconcertado: "Una vez más ha sido peor el remedio que la
enfermedad".
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