Desmonetizarán
billetes de banco en Cuba
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Los billetes de banco impresos hasta
1990 de las denominaciones de 1, 3, 5, 10 y 20 pesos cubanos serán
desmonetizados a partir del 1 de junio de 2003, según comunicó el
Banco Central de Cuba (BCC) la semana pasada.
A partir de esa fecha los mencionados billetes no podrán circular más.
En su información, el BCC señaló que los ciudadanos
poseedores de esos billetes podrán optar hasta el 31 de mayo por las
siguientes acciones:
-Adquirir productos en la red de establecimientos que operan en moneda
nacional por el equivalente del valor de los billetes.
-Guardar los billetes como piezas numismáticas.
-Canjearlos por pesos convertibles en las casas de cambio (CADECA) a la tasa
vigente.
-Canjear en los bancos que operan en moneda nacional los citados billetes
por los que permanecen en circulación.
Efectuar depósitos en cuentas bancarias
Los motivos de esta operación no han sido explicados por el BBC, lo
que ha provocado muchas disquisiciones, debido a las acrecentadas dificultadas
financieras por las que atraviesa el país en los últimos tiempos.
En la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
el ministro de Economía y Planificación reconoció que la
liquidez acumulada en pesos cubanos en manos de la población se calculaba
en 13,550 millones de pesos al cierre del año 2002. Este monto resulta
superior al existente en Cuba en cualquier momento, incluidos los años más
complejos del período especial.
Por ese motivo, es lógico suponer que mediante esta desmonetización
se procura presionar a la ciudadanía para que deposite su dinero en
cuentas bancarias, las cuales podrían estar sujetas a un mayor control
por parte del Estado.
Asimismo, no es menos cierto que las emisiones impresas hasta 1990, incluso
algunos años posteriores, traen leyendas que no se ajustan a la realidad
nacional. Tal es el caso de la que aparece en el anverso de los billetes: "Garantizado
íntegramente con el oro, cambio extranjero convertible en oro y todos los
demás activos del Banco Nacional de Cuba. Este billete constituye una
obligación del estado cubano". En cuanto al reverso, expresa: "Este
billete tiene curso legal de acuerdo con la ley, para el pago de toda obligación
contraida o a cumplir en el territorio nacional".
En los pasados 40 años, el texto del anverso jamás ha guardado
relación con la realidad financiera del país. En cuanto al
reverso, en los últimos 10 años, por la galopante dolarización
de las finanzas internas, su leyenda tampoco ha tenido validez alguna, pues la
mayoría de los productos sólo se han podido adquirir con dólares,
a tal punto que algunos expertos estiman que entre un 55 % y un 60 % de las
operaciones comerciales totales efectuadas en 2002 se realizaron en moneda
convertible, principalmente dólares estadounidenses.
Ese porcentaje muy probablemente resultaría mucho mayor si sólo
se refiriera a las operaciones realizadas en el comercio minorista. En la
actualidad, la utilización del peso cubano se restringe a los artículos
vendidos en el sistema de racionamiento, algunos servicios (electricidad,
transporte, teléfono, etc.), y pagos en el mercado no estatal y el
mercado negro. Sin embargo, aún en estos segmentos también, poco a
poco, se impone el dólar estadounidense.
Adicionalmente, no es menos cierto que el papel utilizado en la confección
de los billetes cubanos es de muy baja calidad, lo que puede constituir un
factor de trastorno para las operaciones llevadas a cabo en los bancos,
incluyendo el empleo de las máquinas contadoras.
De todas formas, el cambio de un volumen importante de papel moneda
significa un costo elevado para la economía cubana, ya que habrá
que reponerlo con nuevas emisiones.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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