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Escándalo
de corrupción en Los Palacios
PINAR DEL RÍO, febrero (Lázaro Raúl González,
CPI / www.cubanet.org) - Dos miembros del Comité Municipal del Partido
Comunista de Los Palacios, provincia de Pinar del Río, fueron
recientemente expulsados por incurrir en delitos de corrupción.
En provecho personal, los funcionarios implicados se habían dedicado
a desviar recursos del estado que luego vendían en el mercado negro. Uno
de los sancionados, que atendía la esfera de los servicios, se dedicaba
al trasiego de bebidas, principalmente de cerveza.
Según el activista de derechos humanos Bernardo Herrera, radicado en
Los Palacios, el escándalo de los comunistas locales que estalló
en enero pasado "era de vieja data y, pese a la indolencia de las
autoridades superiores, los hechos eran de público conocimiento".
De acuerdo con el activista, la explosión se habría producido
sólo después de que fuera atendida la reclamación de un
chofer cesanteado hace unos dos años por distribuir la mercancía
robada por su anterior jefe, quien también era miembro del Partido
Comunista de Los Palacios en aquel momento.
Otra víctima del reciente escándalo, también militante
comunista, fue el director municipal de alimentación. El funcionario había
sido multado hacía unos meses, y ahora fue definitivamente liberado de su
cargo, acusado de desvío de recursos.
La ola de corrupción en Los Palacios alcanzó la delicada rama
de la aviación, en la cual sólo trabaja "gente confiable"
para el régimen. Después que la policía ocupó
gasolina de avión en un registro efectuado en el pueblo, fueron
expulsados 10 trabajadores -incluyendo a dos pilotos- de la dependencia local de
aviación. También fue expulsado el secretario del núcleo
del Partido Comunista del centro.
El desprestigio de las autoridades comunistas en el municipio Los Palacios
llegó hasta la policía. En un operativo efectuado el 10 de
febrero, fue allanada una vivienda, propiedad de un fabricante de "chispa
de tren". La policía encontró los ingredientes y materiales
necesarios para elaborar el licor casero.
La policía también encontró y ocupó un
sospechoso envoltorio de nylon que presuntamente contenía droga, y que
resultó ser una lista en la que el fabricante y vendedor de "chispa
de tren" tenía anotados a quienes le debían el dinero de
alguna botella. Uno de los nombres de la lista pertenecía a un policía
de la localidad.
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