Justos por
pecadores
José Manuel Caraballo y Pedro Duque Nistal, APLA
CIEGO DE ÁVILA febrero (www.cubanet.org) - El gobierno cubano acaba
de destapar la caja de Pandora, y lo que era un silencio a gritos sale a flote:
el tráfico y consumo de drogas tiene un mercado que se extiende por toda
la Isla.
En esta cruzada antidrogas, han comenzado a rodar cabezas que nada tienen
que ver con tan dañino hábito. Se trata de personas que de algún
modo son incómodas para el gobierno, por lo que éste trata de
involucrarlas en el negocio de estupefacientes mediante el chantaje. Tal es el
caso de Juan Ramón González Soberón, vecino del reparto La
Palma No. 34, en Morón, Ciego de Ávila.
Juan Ramón es un opositor pacífico que ha sido repatriado en
varias ocasiones por el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos, cuando
intentaba llegar a territorio norteamericano.
González Soberón desmintió al canciller cubano Felipe Pérez
Roque cuando éste, ante las cámaras de televisión, dijo que
en Cuba no se perseguía a ningún repatriado por las autoridades
norteamericanas. Él presentó a periodistas independientes de la
zona pruebas y testimonios que ratifican la presión y chantaje a que son
sometidos los devueltos a la Isla por la vía mencionada.
Por ese motivo, la vivienda de Juan Ramón fue allanada y registrada
por un nutrido grupo de oficiales de la policía política y del
cuerpo antidrogas de esta provincia.
Aunque no encontraron droga alguna, él fue esposado y conducido a la
sede del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), en la ciudad de
Ciego de Ávila. Luego de 48 horas de encierro, fue puesto en libertad y
advertido que de continuar sus actividades disidentes podría ser
involucrado en una causa ficticia y presentado a la Sección de Intereses
Norteamericanos como traficante de drogas, para que nunca le otorguen la visa
del programa de refugiados al que está acogido.
Otras víctimas de este chantaje son personas que poseen licencia para
alquilar habitaciones en sus viviendas a turistas extranjeros. Las autoridades,
sin encontrar evidencias que puedan involucrarlos en el tráfico o consumo
de drogas, los llevan a la sede del DTI en Morón y les informan que sus
licencias le serán retiradas por ser sospechosos de tráfico de
estupefacientes.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|