Tala sin
freno destruye riqueza ecológica
Tico Morales, APLA
MORÓN, 18 de febrero (www.cubanet.org) - Ciego de Ávila
figuraba como una de las primeras regiones de Cuba con las mayores
potencialidades ecológicas, con una diversidad en la flora y la fauna únicas
en el país. Esto se ha revertido en los últimos años,
debido a la inusual explotación de las reservas forestales por parte del
estado.
"El Coy", área ubicada al norte, es la mayor extensión
boscosa de la región, que extiende su verde manto desde las cercanías
de la isla de Turiguanó hasta los límites del poblado de Punta
Alegre, zona donde las maderas preciosas crecieron en cantidades considerables.
Hoy, para encontrar algún ejemplar de caoba o majagua blanca, hay que
adentrarse muy profundo en esa faja que bordea la costa norte avileña.
Esas especies fueron convertidas en rarezas por la tala indiscriminada que las
empresas estatales llevan a cabo, a fin de contribuir al confort habitacional
del polo turístico Jardines del Rey.
Todavía, y para bien del entorno, existen reservas en la región
de la Loma de Cunagua, Sierra de Judas y la zona montañosa de Florencia,
un tercio de cuyas tierras se encuentran bajo las aguas de la presa Liberación.
La industria azucarera ha causado grandes estragos, al arrasar miles de hectáreas
para sembrar caña de azúcar. La construcción de la terminal
de azúcar a granel de Palo Alto, construida en medio de una zona de
inusual riqueza ecológica, provocó graves daños al
ecosistema y ha puesto en peligro a la fauna local: la paloma rabiche, el
cabrero, la jutía criolla y el tomeguín del pinar.
Sin embargo, el gobierno no diseña programas de reforestación
que evitaría males mayores, pues un bosque demora años en crecer.
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