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Jóvenes
cubanos piden legalización de la marihuana
LA HABANA, 17 de febrero (Patricia Fontanar, Grupo Decoro) - Numerosos jóvenes
cubanos, que asistían a la clausura del festival de reggae en el
anfiteatro del parque Almendares expresaron abiertamente su deseo de legalizar
la marihuana el jueves 6 de febrero.
La mayor parte del público presente se identifica con el movimiento
conocido como "Rastafari", que en la música se ha caracterizado
por tratar el racismo, la marginalidad, el abuso de poder, y ha definido desde
sus comienzos una importancia sustancial a la prohibida planta, cuyo consumo se
considera un elemento identificador del mismo también en Cuba.
El público coreaba las canciones alusivas al tema, que interpretaron
grupos como Manana Reggae con Debbie Young (artista Jamaicana), Insurrecto, Anónimo
Consejo, algunos integrantes de Candy Man, entre otros músicos cubanos y
extranjeros.
El concierto de clausura del festival comenzó hacia las 4:00 de la
tarde, con el anfiteatro lleno. Los rastas cubanos celebraron también el
cumpleaños de Bob Marley, famoso músico negro. El público
agitaba banderas y camisetas de Jamaica con su foto y se interpretaron varios de
sus temas más gustados.
Durante el resto de la tarde el problema de la droga fue creciendo en
importancia, y el concierto se llenó de policías que vestían
ropas civiles. Muchos rastas fueron presos por estos agentes, supuestamente por
estar fumando o vendiendo marihuana. Los policías infiltrados se mofaban
abiertamente de los jóvenes negros y de su estereotipo. Algunos de los
rastas fueron sacados por los drelos, a la vista de todos.
Hacia las 8:35 de la noche, Gerardo Alfonso, organizador principal del
festival, detuvo a la banda para anunciar que tenía solamente dos
opciones: cancelar definitivamente el concierto o que las personas que estaban
fumando o vendiendo marihuana se fueran o botasen lo que les quedaba. Añadió
que él comprendía la cultura que unía a todos los presentes
pero que sufría cuando se llevaban preso alguien, que la ley era una cosa
y la cultura otra. Entre la multitud se oyeron gritos de protesta, chiflidos, un
joven subió al escenario y tomó el micrófono para expresar:
"Yo sólo quiero decir una cosa: Legalícenla".
El concierto continuó hasta las 11 de la noche, y en el mismo
siguieron interpretándose temas cubanos e internacionales sobre la
problemática.
Algunos consideran éstas las primeras manifestaciones públicas
de jóvenes cubanos en pro de la legalización del consumo de la
planta, y una respuesta a la persecución que se viene desarrollando en el
país, desde enero, contra la distribución y el uso de todas las
drogas, anteriormente toleradas por las autoridades, entre ellas la marihuana.
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