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Descapitalización
a la cubana
Lic. Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - El proceso de descapitalización
es uno de los hechos más negativos que se aprecian en la economía
cubana desde hace años. En muchos sectores, la formación bruta de
capital fijo, es decir, nuevas construcciones, instalación de maquinarias
y equipos, y otras inversiones, comprendidas las reparaciones capitalizables,
realizadas a partir de los años 1990 en diversos sectores no alcanza para
sustituir los medios básicos amortizados, por lo cual no puede haber
modernización de la economía ni de la sociedad cubana, sino
estancamiento y, en muchos casos, un retroceso neto en la capacidad productiva y
de servicios en esferas vitales.
Dinámica de la Formación
del Capital Fijo en Cuba durante el período 1989-2000 (Millones de pesos)
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Años
|
Producto Interno
Bruto (1) |
Formación
Bruta de Capital Fijo (2) |
Tasa de Formación
de Capital Fijo (%) (2) : (1) |
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1989
|
19 229,9
|
4926,0
|
25,6
|
|
1990
|
19 644,8
|
4816,0
|
24,5
|
|
1991
|
16 248,1
|
3676,0
|
22,6
|
|
1992
|
14 904,6
|
2326,0
|
15,6
|
|
1993
|
15 094,3
|
2065,0
|
13,7
|
|
1994
|
19 198,3
|
1573,1
|
8,2 |
|
1995
|
21 737,1
|
1685,5
|
7,7 |
|
1996
|
22 814,7
|
2258,2
|
9,9 |
|
1997
|
22 951,8
|
2274,7
|
9,9 |
|
1998
|
23 900,8
|
2431,4
|
10,2
|
|
1999
|
25 503,6
|
2646,7
|
10,4
|
|
2000
|
27 634,7
|
2979,9
|
10,8
|
Fuentes:
Anuarios Estadísticos de Cuba
La
Economía Cubana, Reformas Estructurales y Desempeño en los 90,
CEPAL
Cálculos del autor
Como se demuestra en el cuadro, con valores a precios corrientes, si en 1989
se dedicaba el 25,6% del Producto Interno Bruto (PIB) a la formación
bruta de capital fijo, con la crisis iniciada a principios de los años
noventa este indicador fue reduciéndose, con un ligero incremento al
final del decenio.
Las cifras correspondientes a 2001 y 2002 no están disponibles, pero
se conoce que las inversiones decrecieron en ambos años, lo cual indica
que la situación en modo alguno ha mejorado. Por la formación
bruta de capital fijo, en porcentaje de su PIB, Cuba se mantuvo en esos años
en último lugar en América Latina y el Caribe, de acuerdo a datos
de CEPAL; con un nivel por debajo del 10,0% de su PIB, mientras el promedio del
área es ligeramente inferior al 20,0%.
En un momento de acelerados cambios tecnológicos y de
internacionalización de los mercados, la ausencia de inversiones y, por
consecuencia, la falta de modernización del mecanismo productivo y de
servicios, equivale a un suicidio económico debido a que la competencia
comercial resulta cada vez mayor.
En gran parte, el colapso de la industria cubana respondió a la
ausencia de inversiones destinadas a su modernización y diversificación,
a fin de propiciar una más elevada eficiencia y adaptabilidad a los
cambios acaecidos en el mercado mundial. Esta triste historia pudiera repetirse
en otras ramas, que paulatinamente envejecen, con tecnologías obsoletas
que producen artículos imposibilitados de competir internacionalmente en
materia de calidad y precios.
Igual pudiera decirse del fondo habitacional y la infraestructura de la nación,
que a ojos vista se destruyen por falta de reposición y mantenimiento. Un
ejemplo es el sistema vial, en condiciones lamentables, que a su vez tiene
efectos devastadores sobre el transporte automotor y constituye fuente de
accidentes y pérdida de vidas humanas.
El proceso de descapitalización material resulta otro de los gravísimos
problemas derivados de la crisis que por más de 13 años sufre la
sociedad cubana y la conduce a un callejón sin salida, sin que se observe
la adopción de medidas para enfrentarla por parte del gobierno.
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