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Una
inspectora de salud pública
Armando Soler
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Tocan a la puerta. Al abrir, se
presenta una inspectora de Salud Pública que solicita ver los depósitos
de agua. Una corriente misteriosa de empatía se establece de inmediato
entre ambos. Al terminar su breve paseo por el diminuto apartamento, nos
sentamos en la sala. Cosa rara, no se preocupa cuando le digo que soy periodista
independiente y que quiero hacerle una entrevista. Más bien parece
halagada.
P ¿Hay muchos casos de depósitos de larvas?
I: ¿Aedes? Un montón en esta área. Sobre todo para allá
arriba, después de la calle Mayía hasta Vento.
P: ¿Cuántos casos, diez, veinte?
I: Muchos. En esta semana encontramos más de cincuenta reservorios en
la zona que te dije.
P: ¿Y eran Aedes?
I: Bueno, Aedes, uller, moscas. El Aedes pica de noche y el Culler por el día.
P: ¿Hay casos de enfermos de dengue?
I: No, para que tú veas. No se ha declarado ninguno en la zona que
te hablo. Otra cosa es el área de Santos Suárez atendida por el
policlínico-hospital "Raúl Gómez García".
Allí se han detectado dos casos, sobre todo uno frente al círculo
infantil de la calle Serrano, una señora mayor que vive en planta alta.
Bueno, la planta baja estaba cundida de Aedes. A esa gente del "Raúl
Gómez" les "echaron" cantidad desde "arriba",
pero ellos no tienen la culpa. El hacinamiento en ese lugar mete miedo. Súmale
a eso que el agua corriente la ponen cada 48 horas, por lo que todas las
viviendas tienen depósitos. Y a veces hay tres y hasta cuatro núcleos
familiares en una casa y cada uno de ellos tiene sus depósitos. Además,
es increíble la cantidad de cacharros para tomar agua de gatos y perros
que hemos encontrado con larvas de mosquitos y moscas.
P: ¿Esa zona está tan cundida como ésta?
I: Yo diría que peor, la verdad, porque en esa área, en donde
antes estaba ETECSA, ahora hay una empresa de Comercio Interior...
P: ¿En las calles Enamorado y Diez de Octubre?
I: Ahí mismo. Bueno, allí hay un foco permanente. Tienen un sótano
que siempre filtra el agua. Te da por aquí (señala media pierna).
Oye, se fumiga un día sí y otro no y nada. La contaminación
ahí sigue.
P: ¿Y no se te hace tarde aquí, conversando conmigo?
I: No, mira, yo tengo que estar quince minutos como sea en cada casa que
visito. Estoy contra reloj. Si yo salgo antes de tiempo y el inspector que
revisa mi trabajo está por ahí y me sorprende, me quitan el estímulo
mensual.
P: ¿Cuánto es ese estímulo?
I: 63 pesos.
P: ¿Cuál es tu salario?
I: 260 pesos mensuales, como salario básico
P: ¿Cuántas casas revisas al día?
I: Chico, unas veinticinco, son veinticinco casas diarias de una manzana.
Casas alternas, tú sabes. En una de cada tres hago la inspección,
y así...
P: ¿Me darías tu nombre para esta entrevista?
I: ¿Tú estás loco? ¿Para que me boten?
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