Rui Ferreira. El
Nuevo Herald, septiembre 26, 2002.
En lo que parece ser un enfrentamiento frontal a las ''mulas'' que llevan
carga a Cuba, el gobierno de La Habana acaba de establecer un límite
anual a la mercancía --excluyendo las medicinas-- que los visitantes podrán
ingresar a la isla.
El límite del exceso de equipaje pasa a ser de 10 kilogramos anuales
y cada kilogramo de exceso costará $25, con un máximo de $250
''por una sola vez dentro de cada año natural'' para mercancías
clasificadas de ''misceláneas'' y que incluyen ropa, calzado, artículos
de tocador y otros similares.
Según un comunicado de la Aduana General de la República, a
partir de ahora ''se establece el método de valoración al peso'',
en el cual no se incluye expresamente los medicamentos que ingresen en un
paquete separado del resto del equipaje.
Desde ya, el visitante que viaje a la isla --el comunicado incluye a todos
sin discriminar si es de origen cubano o no-- tendrá que pesar todo su
equipaje en básculas adaptadas a la tarea, las cuales, sin intervención
del empleado aduanero, pesarán los bultos, y entregarán un recibo
con el peso total y el monto a ser abonado.
Después de pesado el equipaje, "el pasajero, de acuerdo al
mensaje impreso en el comprobante emitido, se dirigirá al inspector que
atiende el Canal Verde en la puerta de salida, o pagará en la caja los
derechos, o pasará con el equipaje al banco de revisión si así
se lo indica el comprobante''.
Según la nota, el pasajero tiene derecho a llevar, libre de pago de
derechos aduanales, 20 kilogramos [44 libras] de efectos personales y 10
kilogramos de medicamentos, siempre que estos últimos se transporten
separados del resto del equipaje.
La Aduana recomienda a los pasajeros que si quieren ''evitarse molestias
innecesarias'' deben informar a un empleado de aduana, antes de dirigirse a la báscula,
si viaja con equipaje compartido o trae equipos electrodomésticos u otros
equipos, partes y piezas de repuesto de cualquier equipo y similares.
''Los equipos electrodomésticos y otros equipos, así como sus
partes y piezas y otros similares, se valorarán individual e
independientemente; no se pesan y se consideran dentro del límite del
valor de $250 a que tiene derecho cada pasajero'', indicó la Aduana
cubana.
Sin embargo, fuentes en la isla dijeron a El Nuevo Herald que estas medidas
están en vigor desde hace algún tiempo, y que pudieran ser apenas
una avance de futuros cambios en el comercio de la isla con Estados Unidos.
Según las fuentes, que pidieron no ser identificadas, el gobierno
cubano pudiera estar intentando que firmas estadounidenses se hagan cargo de
abastecer el mercado interno en divisas y en renglones como comida, ropa y
calzado y, por ende, obligarían al visitante que viaja a la isla a gastar
dinero en efectivo allí.
El blanco de esta medida son, obviamente, los exiliados que viajan varias
veces al año, contraviniendo una medida de la administración de
Bill Clinton que limita las visitas a la isla a una anual. |