Detienen a un
anciano por recoger frijoles silvestres
LA HABANA, 29 (Reinaldo Cosano Alén / www.cubanet.org) - Agentes de
la policía cubana detuvieron al anciano de setenta años Carmelo
Toledo López por recoger frijoles silvestres en la playa Santa María
del Mar, ubicada en el municipio Habana del Este de la capital, informó
Miriam Medernás, vecina de Toledo.
"Candela", sobrenombre del anciano jubilado, fue conducido en un
carro patrullero a la estación policial de Guanabo, localidad en que
reside, donde le levantaron un acta de advertencia en la cual se expresa que se
comprometió a no recoger ni frijoles ni cosa alguna en las playas del
este habanero, so pena de ser internado varios años en una granja agrícola
de trabajo correccional.
"Es un abuso", señaló la señora Medernás.
"'Candela' es un hombre pacífico, muy querido por todos. Tenía
el trabajo de caminar varios kilómetros para recoger las vainas de donde
extraía los frijoles, los secaba, los tostaba y los molía para
ligarlos con la escasa cuota de café que venden en Cuba, porque la pensión
por jubilación no le alcanza ni para comer".
El tipo de frijol que recogía Toledo es llamado comúnmente en
Cuba "nescafé", en evidente alusión a esa marca de café
instantáneo.
El gobierno cubano le vende a cada ciudadano una cuota fija mensual de
cuatro onzas de café mezclado con salvado de trigo o chícharos.
Como esta cantidad no alcanza para cubrir las necesidades del mes, muchas
personas aumentan esta mezcla con algún grano tostado y molido, como hacía
Toledo.
La prohibición de la policía se funda, según le
expresaron a Toledo, en que recoger frutos silvestres o envases desechables en áreas
que frecuentan turistas extranjeros, como las playas del este de La Habana, podría
darle muy mala impresión a dichos turistas.
El café es la bebida no espirituosa preferida tradicionalmente por la
población de Cuba, uno de los principales países exportadores de
este grano desde la época colonial. Pero, hoy por hoy, la producción
cafetalera es una ruina. No obstante, en los comercios dolarizados se puede
comprar cualquier cantidad de café puro, pero a precios impagables para
el cubano común, cuyo salario promedio mensual es inferior a los diez dólares.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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