La agonía
de Esther
Claudia Márquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org) - Esther no puede dormir tranquila.
Sobre todo cuando llueve. Un hueco en el techo de losa y viga de su casa de
Santos Suárez convierte su vida en un infierno cotidiano.
Esther vive sola con su hijo Rubén, de 11 años, y trabaja como
asesora en una empresa de comercio de la capital.
Desde hace más de un año Esther ha enviado cartas a cuánta
instancia del gobierno le han aconsejado familiares y amigos. Ella pide ayuda al
estado. Necesita materiales para reparar su casa, que ha sido declarada
inhabitable.
Esther es una trabajadora abnegada, y participa en todas las actividades
laborales y políticas convocadas por la dirección de su empresa.
Su salario asciende a 225 pesos mensuales (alrededor de 9 dólares), y
aunque quisiera ahorrar para reparar la casa, le resulta imposible.
Un orificio de casi un metro cuadrado en el techo le impiden a Esther y a su
hijo utilizar la entrada principal, por lo que algunos vecinos la ayudaron a
habilitar otra puerta. Su hijo se queja porque su madre lo regaña cuando él
juega debajo de los sitios más dañados del techo verde y negro,
comido por la humedad.
"Cuando llueve -refiere Esther- se me inunda la casa a pesar de que
pongo en el piso cubos y palanganas para recoger el agua. Yo no sé hasta
cuándo va a durar esta agonía. A veces no duermo pensando que el
techo nos va a caer encima. Cada vez que le explico la situación a los
funcionarios de la vivienda en el municipio, me dicen que no hay materiales".
Sin embargo, Esther ha conocido casos de personas que, dólares por
delante, han logrado sobornar a funcionarios de la vivienda y los materiales han
aparecido en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando Rubén le pregunta a su madre por qué, si ella es tan
buena trabajadora, no les arreglan la casa, Esther no sabe qué responder.
Aunque comenta entre amigos y familiares: "Si él fuera Elián
nuestros problemas materiales estarían resueltos".
El esposo de Esther salió de Cuba como balsero en el año 1994.
Ella no sabe si está vivo o muerto. Lo más probable es que haya
muerto en el mar sin cumplir su sueño: vivir en los Estados Unidos con la
esposa y el hijo.
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