Yahoo! diciembre 24, 2002.
LA HABANA, 24 (AP) - A seis años del reconocimiento oficial de la
Navidad en Cuba, los cubanos celebran esta fecha religiosa con moderación
y menos algarabía que en el resto del mundo.
Muy poco adornadas con motivos navideños, las calles se veían
normales la mañana del martes, aunque algunos trabajadores apuraban su
tarea para "salir un poco más temprano".
En la Navidad en Cuba, son pocas las familias que se intercambian regalos,
no se lanzan fuegos artificiales ni luces de bengala ni se celebran cenas con
pavos rellenos.
No hay Santa Claus acariciando niños, ni entusiastas navideños
cantando villancicos o recolectando dinero para los necesitados. Pocas personas
envían tarjetas navideñas a parientes o amigos. Los medios de
comunicación no mencionan las fiestas.
Unos pocos arbolitos de Navidad se observaban en las viviendas de los
barrios populares de La Habana. Las decoraciones rojas y verdes se limitan casi
exclusivamente las zonas de extranjeros, como el casco histórico y las áreas
de embajadas.
Este año la Sección de Intereses de Estados Unidos montó
una iluminación gigante con renos, un Santa Claus y las figuras de San
José, María y el niño.
La tradición de reunirse con los seres queridos, en cambio, no se
perdió, incluso entre aquellos que se definen como poco religiosos.
"Voy a cenar con mi familia", dijo un custodio de tienda
identificado como Alberto. La mayoría de los cubanos consultados
respondieron de manera familiar.
Los cubanos religiosos, no obstante, no se desaniman por el alicaído
espíritu navideño de los demás.
"La Navidad es la fiesta más importante. Es el don de la vida.
Como cubano siempre la celebré aunque estuviera prohibida", explicó
a la AP Arturo Hernández, el laico que atiende la pastoral de la salud en
la catedral capitalina.
La fecha es feriado reconocido desde la visita del papa Juan Pablo II en
1998. Desde el anuncio de ese evento histórico, aumentó
pronunciadamente la asistencia a las iglesias, pero desde entonces el entusiasmo
se disipó.
Antes de la visita del Papa la Navidad no se festejaba en Cuba debido a que
era un país comunista oficialmente ateo.
"Es cierto vienen menos personas (a las parroquias)... de todas formas
son más que antes. Yo fui monaguillo en misas donde había cinco o
seis viejitas", recordó el laico Hernández.
Tanto los obispos católicos como las Iglesias evangélicas
enviaron mensajes navideños. Ambos documentos coinciden en dos puntos:
piden la unidad de la "fragmentada" familia cubana y solidaridad
social frente a la dura situación económica. |