¿Salud
para todos?
Yoer Delvas Rocas
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - El gobierno cubano ha creado en
estos 43 años un sistema de salud que ellos consideran superior a muchos
en el mundo. Muestran cifras comparativas que, con mucho, superan a los demás
países del área latinoamericana y se acercan a las de países
desarrollados. Esta vitrina es exhibida a cuanto visitante llega al país
y es el orgullo mayor de los líderes cubanos.
Es cierto que se han creado centros especializados e institutos de diversa índole,
con la finalidad de "mejorar la atención médica de la población",
pero existen aspectos de ese sistema de salud que no responden a los preceptos
para los que fue creado.
La atención primaria, el nivel más elemental de atención
médica, aunque ha sido bien diseñado presenta muchos baches,
siendo el mayor de éstos la pobre profesionalidad y competencia de los
llamados Médicos de Familia. Unido a este factor, encontramos que ese médico
tiene que cumplimentar una inmensa y tediosa carga de labor administrativa, que
conlleva gran papeleo y le deja poco tiempo para la actividad profesional.
Por otra parte, el entrenamiento durante el transcurso de la carrera de
Medicina, presenta también algunos defectos que hacen que al graduarse
los médicos posean un buen nivel teórico, pero deficiencias en la
actividad práctica, con poca o ninguna habilidad manual. Este hecho se
pone de manifiesto cuando los jóvenes galenos llegan a países en
los que el sistema de aprendizaje es, además de elevado desde el punto de
vista teórico, marcadamente práctico, exigiendo del estudiante la
adquisición de múltiples habilidades principalmente quirúrgicas.
Uno de los problemas más graves de la salud pública cubana es
la carencia de medicamentos. Las farmacias presentan sus estantes semivacíos,
medicamentos de uso cotidiano se encuentran limitados a una ínfima
cantidad, las recetas médicas tienen un corto tiempo de validez y por si
fuera poco, lo son en una sola farmacia, (en cada farmacia o dispensario hay un
listado de los médicos, con sus firmas y número de Registro
Profesional, que están autorizados a "comprar" en ese
establecimiento) teniendo el paciente que pedir a otro médico el favor de
rehacer la prescripción, cuando en la farmacia correspondiente no existe
el medicamento indicado.
Constantemente el galeno, al hacer una receta, comunica a su paciente que
ese fármaco sólo existe en las diplofarmacias, las que mantienen
un stock importante de medicamentos vendidos en moneda convertible a precios
elevados. En otros casos, medicamentos específicos para ciertas dolencias
poco comunes, no existen ni siquiera en los hospitales, encontrándose tan
sólo ofertados para los extranjeros en las Clínicas
Internacionales.
Un ejemplo de lo anterior es el tratamiento para la Esclerosis Múltiple
con Biomodulina T, la cual no se encuentra en existencia en los hospitales
normales, pero la Clínica Cira García para extranjeros oferta el
ciclo de tratamiento a un costo de varios miles de dólares.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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