Fiscalía
desestima denuncia contra Mayor de la policía política
NUEVA GERONA, 9 de agosto (Carlos Serpa Maceira, UPECI / www.cubanet.org) -
La Fiscalía Municipal de Isla de la Juventud, ubicada en Nueva Gerona,
provincia La Habana, desestimó la denuncia por violaciones de los
derechos humanos que el activista Lázaro Reynold Méndez Tur formuló
contra el oficial de la policía política Rafael García González.
Méndez, vicepresidente de la Junta de Atención a Presos Políticos
y sus Familiares, también denunció los atropellos ante el Comité
Central del Partido Comunista de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular y
la Fiscalía General de la República, a través de sendas
cartas en las cuales expone la manera sistemática en que el agente García
lo acosa.
García, que tiene grados de Mayor de la Seguridad del Estado, ahora
se dedica a ir a todos los sitios donde el activista solicita empleo para
informarle a los futuros empleadores que el solicitante no es revolucionario, lo
que en el contexto cubano equivale a que nunca pueda conseguir trabajo porque
los empleadores son parte del sistema establecido por el Estado.
"Me asombró que una fiscal civil se hiciera cargo de la presunta
investigación del Mayor García, un oficial de la Seguridad del
Estado sobre el que sólo tiene jurisdicción la Fiscalía
Militar. Quizás por esto sólo se realizó una pesquisa
superficial y amañada, porque no incluyó a los testigos citados ni
se mencionó el acoso del oficial acusado contra mi persona", declaró
Méndez a la UPECI.
Lázaro Reynold Méndez Tur, de 42 años, reside en calle
45 #3211 entre 32 y 34, en Nueva Gerona, Isla de la Juventud.
El activista concluyó diciendo: "Se sabe cómo actúa
la policía política cubana. Todo el tiempo se lo pasa preparándole
emboscadas a cuanta persona consideran contraria al gobierno de Fidel Castro".
Méndez también es el líder de las casas-culto de la
Iglesia Luterana en Isla de La Juventud. Por sus actividades en pro de los
derechos humanos y de la democracia la Seguridad del Estado ha ordenado que le
registren la casa en varias oportunidades. También le han ocupado Biblias
y han prohibido que pastores estadounidenses de visita en Cuba pernocten en la
vivienda de Méndez.
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