Joaquim Ibarz. México. Corresponsal.
La Vanguardia Digital. 04:15 horas -
09/01/2001
Una inocente cabalgata de Reyes, organizada por el centro cultural de la
embajada de España, por el centro histórico de La Habana ha
originado una tormenta ideológica en contra de Melchor, Gaspar y
Baltasar. La prensa cubana calificó de "mamarrachos", "payasos"
y "fantoches" a los diplomáticos españoles disfrazados
de Reyes Magos. Tanto el diario "Juventud Rebelde", órgano de
las juventudes comunistas, como la televisión oficial han ridiculizado la
cabalgata de Reyes, diciendo que era un espectáculo capitalista
importado, peligroso para cualquier niño cubano. "Es una desvergüenza",
asegura "Juventud Rebelde", que no escatimó adjetivos para
rechazar el acto.
Los empresarios y diplomáticos españoles que se disfrazaron de
Reyes están desconcertados por este ataque virulento de medios cubanos,
ya que la cabalgata se celebraba por tercera vez y tenía permiso de las
autoridades, que incluso enviaron motoristas para despejar las vías. El
carruaje tirado por caballos fue muy aplaudido por los niños, que se
arremolinaban para conseguir dulces y juguetes.
La fiesta de Reyes, al igual que la Navidad, se prohibió tras la
implantación del comunismo en la isla, pero tras la visita del Papa volvió
a autorizarse. "La escena marca la diferencia entre la concepción
capitalista y la socialista sobre el respeto y la dignidad con la que deben ser
educados nuestros niños", dijo un presentador de la televisión
al transmitir el programa "Los Reyes Magos españoles". Criticó
el desfile como una "lamentable y peligrosa arrebatiña" y
describió a los Reyes Magos como "aquellos extraños e
irreconocibles payasos".
La polémica ideológica se originó porque los niños
de la empobrecida Habana Vieja pugnaban por conseguir un dulce o un juguete. Por
dos veces, la televisión reseñó ampliamente el desfile,
mostrando imágenes de diplomáticos y funcionarios españoles
conteniendo el ingreso de la gente en el centro cultural.
En un texto titulado "Magos de pacotilla", "Juventud Rebelde"
comentó: "¿Qué tipo de ética defiende esta gente
que impone la ley de la selva por un puñado de baratijas?". Según
el diario, se trató de un "espectáculo asqueroso" que
repudiaba por ser una "provocación" de "fantoches
importados". "¿Con qué derecho humillan a nuestros niños,
lanzándoles caramelos al pavimento, o al fango, según la puntería
de los mamarrachos?", escribió Rosa Elizalde, subdirectora del
diario.
Otra comentarista dijo que la festividad de los Reyes fue suprimida por la
revolución debido a las injustas desigualdades que creaba entre las
familias que podían darle regalos a sus hijos y las que no. "La
revolución acabó con aquel juego de crueldad invisible,"
dijo, atacando a los organizadores del desfile, calificándolos de "Reyes
de pacotilla que los renovados aires imperiales españoles soltaron por
nuestras calles". Un diplomático español declaró a la
agencia Reuters: "No había ninguna intención de crear una
situación, fue una actividad organizada para los niños con la
aprobación de las autoridades cubanas".
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