Víctor Rolando Arroyo: reto para la justicia
Manuel David Orrio, Cooperativa de Periodistas Independientes
LA HABANA, enero - El periodista independiente cubano Víctor Rolando Arroyo informó que deberá concurrir sin testigos necesarios para su defensa a la vista oral del recurso de apelación que presentó contra una sentencia de seis meses de privación de
libertad por presunta comisión de un delito de especulación y acaparamiento, impuesta a él por el Tribunal Municipal Popular de Pinar del Río, donde reside.
Arroyo fue condenado por ese tribunal tras imputársele dicho delito, a consecuencia de su participación en el proyecto civilista y humanitario Reyes Magos del Milenio, el cual consistió en adquirir juguetes en las tiendas dolarizadas
de Pinar del Río para repartirlos entre los niños pobres de la ciudad y de la provincia del mismo nombre.
Contradictoriamente, y de acuerdo con las declaraciones del periodista independiente, el presidente del tribunal citó oficialmente a los testigos de la acusación, dos oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria de apellidos Giral y Hernández, quienes según
el testimonio de Arroyo negaron conocer intenciones delictivas del acusado, durante la vista pública donde fue sancinado a seis meses de prisión.
Aunque cierto es que el presidente de la Sala del Tribunal Provincial de Pinar del Río donde se ventilará la apelación de Arroyo está facultado por ley para desestimar pruebas como las testificales propuestas por el defensor del periodista independiente, ha llamado la
atención en medios conocedores la no citación oficial a testigos capaces de demostrar la intención benefactora de Arroyo, así como la libertad absoluta para comprar que distingue a las tiendas de recaudación de divisas de Cuba, cuyo propósito número
uno es, precisamente, captar dólares. Ambos hechos son probatorios del noble deseo que animó al periodista independiente, y de la inexistencia del delito del cual se le acusa, en relación con lo acontecido. Por ello, personas residentes en Pinar del Río afirman que el
verdadero objetivo a lograr es encarcelar a Arroyo bajo el pretexto de un delito común, cuando en realidad se pretende castigarle por su labor como periodista independiente.
Sin embargo, otros opinan que el presidente del tribunal encargado de la apelación actuó correctamente, por cuanto el delito del cual se acusa a Arroyo no se integra. Dichas personas confían en "el triunfo de la justicia y en el imperio de la ley", y esperan una
absolución del periodista pinareño. Lo contrario, afirman, sería un escándalo.
De acuerdo con el Código Penal vigente, el delito de especulación y acaparamiento se integra si la persona adquiere mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancia, o si retiene en su poder o transporta a los mismos en
cantidades evidente e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales.
Pero en el caso específico de lo comprado en las tiendas de recaudación de divisas no existe posibilidad de integración delictiva, a menos que Arroyo hubiera sido sorprendido revendiendo los juguetes que compró, lo cual no fue probado. Ahora, no se le permitiría
demostrar que efectivamente obsequió los juguetes a niños pobres, punto decisivo para su defensa.
El acuerdo No. 18 de 1993 de la Fiscalía General de la República estipula que a menos que el propósito de revender fuere probado, el citado delito no se integra si los productos fueron adquiridos en tiendas de recaudación de divisas, como fue el caso de Arroyo. En tal
sentido, dicho acuerdo establece como "contradictorio y contraproducente desestimular a los compradores deteniéndolos, procesándolos, sancionándolos y decomisándoles los productos", exactamente tal y como la policía hizo al periodista independiente.
Los hechos alrededor de Víctor Rolando Arroyo han levantado una oleada de estupor e indignación entre quienes los han conocido, y atraído la solidaridad hacia él. Una misa celebrada en Pinar del Río le hizo el católico más popular de la iglesia,
cuando decenas de personas se acercaron a brindarle su saludo de la Paz.
Militantes del Partido Comunista han saludado a Arroyo en el mismo centro de la ciudad de Pinar del Río, relató un dibujante que reside en esa localidad. Sin embargo, tales muestras de apoyo no pueden hacer perder de vista una tendencia que parece manifestarse de modo creciente en
la Cuba de Fidel Castro, y según la cual cada vez más el poder isleño se haría más violador de sus propias leyes.
Entretanto, sólo queda esperar al lunes 24, día de la vista pública de la apelación de Arroyo. Sin dudas, reto para la justicia.
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