LAS TUNAS, Cuba.- “Doctor, puedo hacer una réplica del busto, quedará exactamente igual, y no cobraré nada por el trabajo”, dijo el escultor David Silva al médico que había acudido a él, allá por los años 90 del pasado siglo, procurando restaurar el brazo de una escultura emblemática en Puerto Padre, a la que ya antes, en la década del 80, él había restaurado el rostro.
El Dr. Julio Ochoa Calderón, por aquellos años venerable maestro de la logia masónica Los Perseverantes, había hecho desmontar de su pilastra en la intercepción de las avenidas Libertad y Máximo Gómez, el busto que los masones dedicaran a las madres, llevándolo en su auto al taller de David.
Con una sonrisa benévola el Dr. Ochoa miró al el escultor, que de buena fe, le proponía hacer una réplica al Busto de las Madres en lugar de restaurarlo, preguntándole: “¿Conoce usted la historia del niño y del hacha?”.
“No, no la conozco”, dijo David.
“Pues érase un niño que mostrando un hacha dijo, ‘esta era el hacha de mi bisabuelo, mi abuelo le cambió el cabo y mi papá le cambió la hoja’… No cree usted que si hacemos una réplica del busto estaríamos como el niño del hacha, con un busto a las madres que no es el Busto de las Madres…”, recuerda ahora el escultor David Silva las palabras del Dr. Ochoa.
Pero si en los años 90 el Venerable Maestro de Los Perseverantes pudo decidir si duplicar el Busto de las Madres o mantener el original en su pedestal, tal prerrogativa ahora les fue negada a los masones.
Los promotores de la celebración por el Día de las Madres en Cuba, ahora no sólo fueron ignorados a la hora de proyectar la restauración del busto que ellos habían dedicado a las madres cubanas y de todo el mundo, sino que también, pretendiendo ejercer de censores, funcionarios del partido comunista exigieron revisar con anticipación el discurso a pronunciar por los masones al develar el busto restaurado, en realidad, suplantado sin su consentimiento.
Desde el 2 de mayo de 1920 cuando iniciaron el ritual en Cuba, Los Perseverantes venían haciendo su ofrenda a las madres, levantándoles un busto en 1946 para perpetuar esa memoria, busto que había estado a su cuidado hasta ser decapitado por segunda vez el pasado noviembre.
“Usted sabe que todo crimen obedece a un motivo”, dijo un policía cuando este corresponsal preguntó: “¿Por qué decapitar el Busto de las Madres?”
En la profanación concurrían los elementos del crimen continuado. Decapitado ya en la pasada década, los masones habían hecho restaurar el busto, pero vuelto a decapitar el pasado 5 de noviembre, el Busto de las Madres había sido sacado de su pilastra sin actuación de sus promotores y conservadores.
Puesto que sólo la licitación garantiza la debida eficacia y transparencia en las contrataciones de la administración pública, preguntados artistas plásticos sobre algún concurso donde la restauración del Busto de las Madres hubiera entrado en licitación y no adjudicado a dedo como en una hacienda privada, respondieron: “No hemos sido convocados.”
“¿Qué sucede con el Busto de las Madres?”, pregunté el pasado febrero al historiador Abel Sastre Matos, integrante de la delegación de Patrimonio.
“Está muy deteriorado, le arrancaron la cabeza y tiene un brazo destruido, se piensa hacerlo nuevo, Ángel Alberto lo tiene”, dijo el historiador Abel Sastre.
Lo dicho por el historiador no se ajustaba a la fotografía que puse a su vista. Con fecha 5 de noviembre de 2016 en mi teléfono aparecía la imagen del Busto de las Madres decapitado, pero con sus dos brazos perfectamente conservados, sosteniendo el niño, como lo llevamos en la memoria los que nacimos en este pueblo, por lo que dije:
“Si ahora además de faltarle la cabeza está con un brazo roto, tal parece como si unos vándalos hubieran actuado de noche decapitándolo y otros de día rompiéndole el brazo, ¿no?”
“No sé, ve a Ángel Alberto”, dijo Abel.
Medios oficiales me ahorraron el trabajo de entrevistar a Ángel Alberto, graduado de diseño, que fuera asesor del Poder Popular (gobierno municipal) ahora “a cargo de la obra”, dijo una emisora local, según una fuente financiera dijo a este corresponsal de CubaNet, “por encargo del gobierno” de donde salió “un cheque por veinte mil pesos” para pagar el busto.
“El busto en diferentes momentos sufrió actos vandálicos, no pienso que muy intencionados. (…) En más de cuatro o cinco veces el busto fue derribado de su pilastra, sufrió en esas cuatro o cinco veces daños, el último ocurrió en noviembre cuando la cabeza se deshizo. (…) Cuando trajimos el busto para analizarlo, tenía afectaciones que no permiten que la obra se mantenga públicamente en exposición. (…) Puerto Padre tiene una delegación de Patrimonio integrada por especialistas. Cuando se reunió valoró que (el Busto de las Madres) aun cuando no tuviera los daños que sufrió, era una obra que respondió a un momento histórico. (…) En este sentido estuvimos de acuerdo que si lo más importante era el concepto (materno) podíamos no eternizar los errores iniciales del busto y resolverlos a partir de las circunstancias actuales”, dijo Ángel Alberto a Radio Libertad.
Entrevistado un vecino, nacido hace 70 años a pocos pasos de donde se levantó el primigenio Busto de las Madres, acerca de que “en más de cuatro o cinco veces el busto fue derribado de su pilastra”, dijo:
“Siempre he vivido aquí y jamás vi el busto derribado de su pedestal, ni cuando el ciclón Ike, con todo y sus vientos de más de 200 kilómetros; el pedestal fue promovido por accidente, por el impacto de un camión, pero el busto no fue dañado; los daños al Busto de las Madres se han producido por actos vandálicos más que por accidentes o la acción del tiempo.”
Con ausencia de Los Perseverantes, sobre el pedestal del Busto de las Madres fue situado un nuevo busto el pasado 8 de marzo, al respecto Eddy Víctor Barrios Rodríguez, secretario de la logia dijo:
“No asistimos por estas razones; mire, no respetaron nuestro criterio de restaurar el busto o en último caso, hacer uno nuevo pero respetando la obra original; hecho otro busto, dijimos, bueno, está bien, todo sea por la fraternidad, pongámoslo el Día de las Madres y como siempre nosotros pronunciaremos unas palabras, entonces nos dicen, no, el busto será develado el Día Internacional de la Mujer y para pronunciar las palabras con antelación tienen que llevarlas por escrito al Partido (comunista); entonces en la logia tomamos un acuerdo y fuimos y se lo comunicamos al funcionario del Partido que atiende asuntos religiosos: mire, le dijimos, nosotros somos hombres libres, los masones no entramos en política ni hacemos discursos políticos, y si para hablar en un lugar antes tienen que revisar lo que vamos a decir, no tenemos por qué estar en ese lugar, y no fuimos, eso fue todo.”
Pero lo que según Eddy Víctor “fue todo”, parece que trascendió más profundo, aunque ya no hay modo de saber cuán hondo caló por aquello de que los muertos no hablan y referente a su credo, los masones de pura cepa son de poco decir.
Vicente Idelfonso Díaz Piñón fue amante esposo, padre idolatrado, y muy activo caballero masón. Hombre de tomarse las cosas muy a pecho, pese a los obstáculos puestos por las autoridades, había insistido para que los masones estuvieran presente cuando develaran el nuevo busto “porque nos quieren borrar”, recordaría un hermano de la logia que había dicho.
Pero Idelfonso no consiguió llevar a Los Perseverantes a la encrucijada de las avenidas Máximo Gómez y Libertad ni tampoco conseguiría él vivir 24 horas después de otro busto encasquetarse sobre el pedestal del Busto de las Madres. Moriría repentinamente, en la madrugada del 9 de marzo, a causa de un fallo cardíaco, unos dicen que debido a la pelota (béisbol), otros que por el disgusto de los días previos, quién sabe.
Permanecía el cadáver de Idelfonso en la sala de su casa, con decenas de masones consternados por su muerte repentina, incluso llegados de lejanos lugares, velando junto a su puerta, cuando al decir de una fuente que pidió anonimato, se produjo “otra casualidad”.
La logia de Los Perseverantes todavía hoy permanece con los daños provocados por el huracán Ike de 2008, y aunque ya pagó a los arquitectos estatales nueve mil 700 pesos por el proyecto de reconstrucción, no contaba hasta este 10 de marzo con materiales para acometer la obra.
Pero ya tienen recursos. Según nuestra fuente la “otra casualidad” es una buena nueva: Los Perseverantes que no tendrían busto a las madres ni discursos propios, tendrán cemento, acero y madera “a precio de empresa”. Acaban de informarlo del Registro de Asociaciones de Las Tunas.