LA HABANA, Cuba.- Decidido a no permitir que su amante de varios años le abandonase, Alberto Esquijarosa Valdés, ciudadano cubano de 62 años residente en Estados Unidos, la mañana del pasado 25 de mayo asesinó de un disparo en el tórax a Yanet García Palmero, de 29 años, e instantes después se quitó la vida.
El violento hecho ocurrió en la barriada Managua del municipio Arroyo Naranjo, y es el segundo crimen de naturaleza pasional que tiene lugar en esa localidad durante el último trimestre.
Damián Ortega Costa, una de las personas que observó el desarrollo del suceso, narró cómo Esquijarosa interceptó a García quien marchaba acompañada de otra mujer, y después de cruzar algunas palabras le disparó a ‘quemarropa’.
“Sacó una pistola y le apuntó a la otra persona, pero se giró para Yanet y le disparó en el pecho. Salieron algunos vecinos y también les disparó un par de veces, aunque no le dio a nadie. Entonces de pronto se puso la pistola en el estómago y se disparó, se volvió a levantar y se pegó un segundo tiro en la cabeza”, comentó Ortega.
Un familiar de la mujer que acompañaba a García, pidiendo no divulgar su identidad, comunicó que las últimas palabras de la víctima fueron: “¿otra vez vienes con el cuento de que me vas a matar con la pistolita?”.
Arturo Verdecia, amigo de Esquijarosa, dijo que este le había comentado sentirse timado por su amante, a quien mantenía económicamente desde EEUU, a pesar de que ella se encontraba casada con otro hombre.
“Decía que la mataría si se burlaba de él, que eran muchos años dándole dinero y pagando los gustos que el marido no podía darle. Pero nunca creí que llegara a cometer una locura así”.
Agentes policiales dijeron que Esquijarosa falleció unas dos horas después de dispararse, cuando iba camino del Hospital Julio Trigo.
Al fallecer, García dejó dos hijas menores de diez años. En tanto, Esquijarosa también abandona un hijo de 16 años que reside en Florida, EEUU.
