MIAMI, Estados Unidos. – El clan familiar de los Castro fue incluido en el libro El mundo. Una historia de familias, del historiador británico Simon Sebag Montefiore, sobre el ascenso y la caída de las dinastías más poderosas de todos los tiempos.
Además de los Castro, en el libro también se encuentran los Ming, los Valois, los Médici, los Borgia, los Tudor, los Habsburgo, los Bonaparte, los Romanov, los Borbones, los Rothschild, los Krupp, los Rockefeller, los Kennedy, los Assad, los Pahlavi, los Kim y los Trump.
En el volumen de casi 1500 páginas fue escrito durante el confinamiento pandémico y aborda la historia completa del mundo desde que la humanidad dejó sus registros hasta la invasión de Ucrania por Rusia.
La propuesta de Montefiore es narrar la historia a partir de la familia, lo cual se traduce en las dinastías y sagas políticas y económicas que han detentado el poder y gobernado el mundo.
Según el medio The Objective, la obra de Montefiore desafía las corrientes historiográficas dominantes del siglo XX, como el marxismo, el materialismo histórico, la Escuela de los Annales francesa, la historia de lo cotidiano y la microhistoria, que se han dedicado a desmitificar la narrativa centrada en grandes líderes y batallas épicas. En cambio, El mundo. Una historia de familias se presenta como una mezcla de Juego de Tronos, Dallas, Dinastía, Los Soprano y Succession, con un enfoque en la violencia y el sexo que caracterizan a estas dinastías.
Además de narrar la historia de las familias poderosas, Montefiore también ofrece descripciones sucintas y demoledoras de personajes históricos como César Borgia, Cristóbal Colón, Winston Churchill y Jimmy Carter. El libro también incluye anécdotas sobre líderes lujuriosos como Napoleón III y John F. Kennedy.
A pesar de su enfoque en la sangre, el sexo y los chismes, El mundo. Una historia de familias no se queda en un mero repertorio de cotilleos salaces y gore. Montefiore es un historiador de primera fila, con obras de mucho peso a sus espaldas como Jerusalén: la biografía o Los Romanov. Así, sabe construir un relato histórico sólido en el que las conspiraciones por el poder se entretejen con los avances tecnológicos y médicos, los grandes hitos culturales y la evolución social y económica.
El autor también evita el eurocentrismo y dedica abundantes páginas a América Latina, el mundo árabe, África e incluso la historia del último rey de Hawái. De modo que el título no es engañoso, estamos ante una auténtica historia del mundo.