Tren Habana-Holguín: el eterno problema sobre rieles

HOLGUÍN, Cuba. – A más de un mes de la llegada del tren a Holguín procedente de La Habana, los dilemas en relación a este servicio, lejos de resolverse, aumentan.
Después de 14 años de ausencia, el arribo del tren a esta ciudad nororiental cubana el pasado 15 de julio estuvo empañado por el retraso de casi dos horas y un apagón eléctrico que afectó a la estación de ferrocarril y la poca oferta de comida para los pasajeros que llegaban y los que partían.
Desde entonces, el gigante de 12 coches ha estacionado en la terminal holguinera en 16 ocasiones.
“Desde que inició este tren ha sido monitoreado por la Unión de Ferrocarriles y por el Ministerio de Transporte, para paulatinamente ir resolviendo los problemas que se nos están presentando”, aseguró Adairis Quevedo Hernández, jefa de la agencia del Tren Nacional.
Sin embargo, se han incrementado los disgustos de la población en relación a varios servicios prestados por la empresa de ferrocarriles en esta provincia nororiental cubana.
La funcionaria reconoció que el tren nunca ha llegado a tiempo. Aunque su arribo está previsto para las 10:20 de la mañana, ha tenido siempre un atraso de más dos horas.
“La demora es por diferentes causas, ya sea por problemas de la locomotora o por precauciones en la vía”, dijo Quevedo Hernández.
Los pasajeros se quejan por el limitado espacio de la estación ferroviaria en espera de un tren con una capacidad para 720 pasajeros. Hay hacinamiento y poca protección contra el sol y la lluvia. Los viajeros de los municipios son los más afectados tras una larga espera en las pésimas condiciones del local.
Este lunes 26 de agosto fue el peor día. Con cuatro horas de retraso, el tren llegó a Holguín alrededor de las 3:30 de la tarde.
Hasta el momento, desde su puesta en circulación, esta ha sido la demora más prolongada.
El atraso se debió a una rotura en la locomotora poco tiempo después de la partida, aseguró a CubaNet la empleada de la oficina de información.
El inconveniente afectó a los pasajeros provenientes de La Habana, quienes estuvieron más de 17 horas encerrados en los coches. También resultaron perjudicados los que viajaron de Holguín a La Habana, pues el tren partió a las 11:55 de la noche, dos horas después de salida programada.
Debido a la larga espera, la pequeña terminal colapsó. Los asientos no alcanzaron para los más de 700 pasajeros. Tampoco fueron suficientes los bancos en las afueras de la estación. Como única opción, la mayoría encontró “el descanso” en los también incómodos y desprotegidos bancos de hierro del parque José Martí, situado a una cuadra de la estación y donde el equipaje, por la oscuridad del lugar y sus luminarias rotas, estaba a merced de los ladrones.
El llanto de los niños, el rostro de incomodidad y la angustia de los adultos dieron más tensión a la triste situación.
Para sumar más desgracia, en lo que parece ser uno de los peores días del ferrocarril en la provincia en este año, los trenes que cubrían la ruta Holguín-Guantánamo, Las Tunas-Holguín y Holguín-Antilla fueron cancelados también por problemas con las locomotoras.
Otra insatisfacción popular está relacionada con las capacidades de pasajes fijadas a los municipios “basada en la cantidad de habitantes”.
“Dieciocho capacidades asignadas en el tren de La Habana son muy pocas para los 72 mil habitantes que tiene Gibara”, opina Adelaida Cruz, residente en ese municipio holguinero.
En desacuerdo con la decisión también está Eliecer Castillo, quien viene desde Rafael Freyre, un municipio con 62 700 habitantes y que solo disponen de 14 pasajes.
Los clientes de los municipios reclaman acceder a ómnibus que los trasladen hasta la terminal de trenes.
“Llegamos tarde para la rectificación del pasaje. La transportación es pésima y corre por nuestra cuenta. Deberían poner guaguas para los que vivimos lejos de la ciudad de Holguín”, solicita Abel Sacha, residente en Moa, un municipio situado a casi 200 kilómetros de la ciudad cabecera.
La demora afecta el sistema de control interno de la empresa ferroviaria, que dispone de un tiempo limitado para cada proceso de la venta.
“Los viajeros de los municipios lejanos están llegando tarde. Se nos está complicando ese proceso, pues el tren debe salir a las 8:55 de la noche y , pasadas las 7 de la noche, no he podido hacer un corte porque todavía estoy vendiendo las capacidades a los pasajeros de los municipios. Si se me alarga el tiempo de los pre-boletas, entonces se me acorta el tiempo del llamado de la lista de espera y, por consiguiente, el tren sale con retraso”, lamenta Yatni Ledea Obregón, directora de la Agencia Viajeros de Holguín.
A pesar de poseer una terminal ferroviaria con todas las garantías, los residentes en el municipio holguinero Urbano Noris ven pasar los trenes Santiago-Habana y Guantánamo-Habana sin que detengan su marcha en el territorio.
“Antes, estos trenes paraban aquí. Pero desde su puesta en funcionamiento con los nuevos coches chinos, el municipio de Urbano Noris quedó sin su parada oficial”, asegura Karla Pérez, residente en el mencionada región.
Las autoridades no han dado explicación, solo se han limitado a una escueta y dudosa respuesta en la que se alega que las capacidades de este municipio están incluidas en el tren Holguín-Habana.
En la toma de la apresurada decisión también se obvió la numerosa población de este territorio de más de 44 mil habitantes, a los que dejaron solamente diez asientos. El poblado tampoco dispone de un punto de venta, lo que obliga a las personas a trasladarse por su cuenta hacia la ciudad de Holguín, primero para comprar los boletines y después para abordar el tren.
“Si tenemos una terminal, y el tren pasa por ahí, entonces el tren puede hacer una parada aquí y así se evita que tengamos que recorrer 43 kilómetros hasta Holguín, a coger el tren”, dice Oscar, quien reside en el municipio Urbano Noris.
“Nos resulta muy difícil ir hasta Holguín, porque el transporte es muy limitado”, comenta Alfonso, de la misma zona.
Para mayor desgracia, los habitantes de Urbano Noris no cuentan con una ruta de ómnibus nacionales y tienen que conformarse con seis capacidades diarias para abordar un ómnibus que salen desde la ciudad de Holguín.
Pero los mayores reproches de los pasajeros han sido contra la agencia Viajeros y en relación a las reservaciones, precios de los pasajes de los tramos y las condiciones para reservar.
No entienden que la capital provincial, con casi 400 mil habitantes, posea solo dos puntos para la venta de los boletines.
Uno está ubicado en la terminal del ferrocarril y el otro en la antigua terminal de ómnibus nacionales, donde la falta de asientos, la poca higiene y el calor convierten en “un infierno la larga espera en el local”, asegura Nancy, una cliente.
“Sé que el pueblo está disgustado por las pocas condiciones que tenemos en el punto de venta de la antigua terminal de ómnibus. Estamos esperando que el local sea nuestro para poder dedicarle un presupuesto y darle condiciones”, dijo Ledea Obregón.
Los inconvenientes han afectado a los maquinistas holguineros, a quienes, a pesar de su vasta experiencia y sin presentar problemas en la conducción del tren Habana-Holguín durante años, les han negado el derecho a trabajar en este medio de transporte.
“Nos prometieron que formaríamos dos tripulaciones para conducir el tren de La Habana, de origen a destino, pero nos engañaron. El trabajo solo quedó para los maquinistas de la capital”, comentó José Martínez, ayudante de maquinista, al canal Telecristal.
Por la continua cancelación de los trenes locales, los trabajadores ferroviarios holguineros perciben bajos ingresos monetarios.
“Si no trabajamos, no producimos ingreso. Y si no producimos ingreso no tenemos salario”, expresó Manuel Feijó González, maquinista.
Recibe la información de Cubanet en tu teléfono a través de Telegram o WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 498 0236 y suscríbete a nuestro Boletín dando click aquí.