MIAMI, Estados Unidos. – La parada imprevista de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, la mayor generadora de Cuba, el pasado jueves, encendió las alarmas de los cubanos, que temen un nuevo periodo de prolongados apagones, más aún cuando se acercan las sofocantes temperaturas del verano.
Aunque medios oficiales adjudicaron la parada de la Antonio Guiteras a una “falla imprevista”, en redes sociales usuarios cubanos han dicho que el paro pudo haber sido premeditado, debido a la falta de combustible en Cuba.
“No hay combustible, ya eso lo sabemos. Cada vez que hay déficit de combustible se rompen las termoeléctricas, qué casualidad”, escribió el usuario Maylon González Fuentes.
Y aunque las autoridades han dicho que la Antonio Guiteras podría estar paralizada solo por cinco o seis días, su salida del sistema electroenergético nacional recarga al resto de las termoeléctricas cubanas, todas provistas de una tecnología obsoleta.
Las termoeléctricas de Cuba
La Isla cuenta con ocho centrales termoeléctricas que emplean tecnologías obsoletas de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Europa del Este y Francia, según ha reconocido la propia Unión Eléctrica (UNE).
A su vez, las ocho centrales termoeléctricas disponen de unos 20 bloques o unidades en explotación.
En septiembre de 2021, la UNE detalló que casi la mitad de la potencia de generación del país ―el 40,6 por ciento― se producía en esas ocho centrales termoeléctricas. (Mientras, el 21,7% se producía con motores de fuel oil; el 21,9% con motores de diésel; casi el 8% con el gas acompañante de la producción de petróleo; el 5% con fuentes renovables de energía (agua, sol y viento), y cerca del 3% restante en las unidades flotantes del Mariel).
De acuerdo con Ecured, las termoeléctricas cubanas son:
CTE Antonio Guiteras: La mayor de Cuba, fundada en marzo de 1988 en Matanzas. “Es el bloque que mayor estabilidad aporta al sistema electroenergético de ese país”, según Ecured.
CTE Máximo Gómez: La segunda mayor de las termoeléctricas cubanas. Fundada en 1963. Está ubicada en el puerto del Mariel, provincia de Artemisa.
CTE Ernesto Guevara de la Serna: Ubicada en el municipio de Santa Cruz del Norte, Mayabeque. Su primer bloque fue inaugurado en septiembre de 1987. Según fuentes oficiales del régimen cubano, en esa década estuvo destinada a convertirse en una de las más importantes en el país, pero su construcción se detuvo durante el llamado Período Especial.
CTE Carlos Manuel de Céspedes: Inaugurada por Fidel Castro, el 5 de diciembre 1978 en la zona industrial aledaña a la ciudad de Cienfuegos.
CTE 10 de Octubre: Una de las principales industrias ideadas por Ernesto Che Guevara. Fue fundada en 1969, en la ciudad de Nuevitas, al norte de Camagüey.
CTE Lidio Ramón Pérez: Ubicada en el poblado de Felton, del municipio holguinero de Mayarí, e inaugurada oficialmente por Raúl Castro Ruz el 5 de enero del 2001.
CTE Antonio Maceo (Renté): Fundada el 20 de febrero de 1966. Ubicada en la península de Rente, a 9 kilómetros al oeste de la ciudad de Santiago de Cuba.
CTE Otto Parellada: Ubicada en La Habana Vieja. Se levantó sobre la antigua Tallapiedra, una central fundada en 1914.
¿Por qué se detienen?
Dada la tecnología que emplean y la calidad del petróleo que procesan, es común que las centrales cubanas salgan de funcionamiento, ya sea por fallas imprevistas, como suelen indicar los medios oficiales, o por labores de mantenimiento presuntamente programadas.
De acuerdo con la UNE, las averías en las unidades de generación del sistema eléctrico nacional tienen “varias causas”.
“La de mayor peso es el hecho de que nuestro parque de generación base está envejecido”, reconoció la empresa antes de detallar que la vida útil de una termoeléctrica oscila entre 30 y 35 años.
“En nuestro caso excepto los dos bloques de Felton [CTE Lidio Ramón Pérez], que tienen 25 y 21 años sincronizados, respectivamente, todos los demás tienen más de 30 años de explotación y siete de ellos tienen más de 40 años trabajando”, indicó la UNE.
Como era de esperar, la UNE culpa al embargo estadounidense y la Ley Helms-Burton, que impedirían “adquirir los recursos materiales necesarios para las reparaciones o tener acceso a líneas de crédito de instituciones financieras internacionales”.
No obstante, también reconoce que la no ejecución de mantenimientos planificados afecta a las unidades de generación. Según la UNE, la mayoría de las unidades de generación de Cuba trabajan “fuera de sus ciclos de mantenimiento capital, algunas de ellas por más de dos ciclos”.
Además, la calidad del combustible empleado en las unidades térmicas cubanas afecta el funcionamiento de su tecnología.
“Con la desaparición del campo socialista y la desintegración de la URSS, hubo que readaptar los sistemas de combustión de nuestras termoeléctricas para que quemaran el crudo nacional, que tiene características químicas que obligan a incrementar el régimen de limpieza de las calderas, acortar los plazos para los mantenimientos y hacer los mismos más profundos; así como utilizar aditivos químicos que mejoren la calidad del crudo empleado”, ha explicado la UNE.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.