CDMX, México. – El diario estatal Granma publicó una reseña el pasado 7 de marzo sobre la última reunión del Consejo de Ministros, en la cual los funcionarios hablaron con un lenguaje demagógico y burocrático, mal endémico de la nomenclatura comunista.
El presidente designado, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, orientó: “El mejor tiempo que se utiliza en la programación de los cuadros y de nuestras instituciones, es el tiempo que se está en la base”. Acto seguido agregó: “Si no hay vinculación con la base no hay seguimiento a los problemas de la gente”. A eso –dijo– va orientado este perfeccionamiento, a que haya más tiempo para estar en la base, porque si no vamos a la base, “no estamos resolviendo nada”.
Con semejante demagogia, el designado pretende justificar los graves problemas acumulados del país, y zanjar el abismo que existe entre el discurso oficial y las necesidades ciudadanas.
Por su parte, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dijo que el objetivo de la reunión era: “El sistema de trabajo del Gobierno –cuyas acciones tienen que estar encaminadas a dar respuesta a las prioridades de trabajo diseñadas para el presente año– está en constante actualización, en función de un desempeño más ágil y profundo, y a su vez fortalecer el trabajo del Gobierno a todos los niveles. Tenemos que lograr, puntualizó, que realmente se vean los resultados”. Según el funcionario, los problemas se pueden solucionar si los dirigentes cambian su “mentalidad”.
Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario de la CTC, dijo: “Es imprescindible integrar todos los esfuerzos para asegurar producciones desde una gestión empresarial, con la mirada puesta en los recursos que tenemos, y seguir elevando la gestión para avanzar tanto como sea posible en la producción de alimentos, y con ello mejorar las condiciones de vida de la población”.
El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, dijo al comentar los primeros resultados económicos de enero: “Los números de este primer mes del año indican que tenemos que ‘apretar el paso’ porque son muchas las potencialidades que existen en las empresas, en las que en ocasiones se sobrecumplen los planes, y ello no siempre se refleja en mayores niveles de actividad”.
Añadió, al finalizar, que en enero se había evidenciado un ligero crecimiento de las exportaciones, sobre todo de productos como el níquel, la miel, el carbón vegetal y el tabaco. Los niveles alcanzados, precisó, están en correspondencia con lo previsto en el Plan de la Economía. El crecimiento de la circulación monetaria fue del 9%, pero no es posible bajar la inflación y hubo una discreta recuperación del turismo, con la llegada de 248 000 visitantes.
Los militares cubanos legalizan su apropiación de los inmuebles estatales
El ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, actualizó acerca del comportamiento del plan de inscripción de inmuebles estatales en el Registro de la Propiedad al cierre de 2022, “un tema en el cual se avanza y reviste una importancia trascendental para fortalecer el orden y la disciplina en el país”, según dijo.
“Ministerios como el de Industrias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), así como la provincia de Santiago de Cuba, se encuentran entre los de mejores resultados en este proceso. En tanto, los principales incumplimientos se constatan en empresas del Ministerio de la Agricultura y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, así como en entidades de subordinación local de las provincias de Matanzas, Ciego de Ávila, Villa Clara y Mayabeque”, especificó el funcionario.
El general de División de las FAR Samuel Rodiles Planas ha sido ministro de Vivienda y Planificación Física desde 2012. La Ley 145 “Del Ordenamiento Territorial y Urbano, y la Gestión del Suelo” y la Ley de Expropiación por Razones de Utilidad Pública o Interés Social, ambas aprobadas en diciembre pasado, respaldan la discrecionalidad de GAESA y los cuerpos armados para repartirse el territorio nacional, bajo el manto de “utilidad pública” y “propiedad estatal”, como se ha hecho desde los años 90 en Cuba.
¿Qué haría un gobierno civilista en Cuba?
-Liberación inmediata de los 1077 presos políticos cubanos, cuyos derechos son vulnerados en las cárceles.
-Despenalizar las libertades de expresión, prensa, manifestación y asociación.
-Convocar a elecciones libres para elegir a los representantes políticos.
-Permitir la creación de sindicatos libres.
-Enviar a los militares a los cuarteles y confiscarles la propiedad y gestión de todos los bienes nacionales.
-Prohibir todos los monopolios económicos en el país.
-Eliminar el monopolio estatal GAESA y abrir la licitación a los actores nacionales y extranjeros libres, para construir y gestionar el turismo, las empresas de transporte e inmobiliarias, así como las tiendas minoristas que hoy controlan los militares, con precios hasta siete veces superiores al costo real del producto.
-Eliminar las dos leyes antes mencionadas, que dejan desamparados a los ciudadanos y su propiedad.
-Crear nuevas leyes para proteger los derechos de los ciudadanos.
-Permitir la propiedad, la producción y el comercio libre de todos los productores de alimentos en Cuba.
-Eliminar el monopolio de las intermediarias estatales encargadas de controlar la importación y exportación de bienes y servicios.
-Eliminar el “encargo estatal” que hoy se roba el 75% de las cosechas y del ganado, y el 100% de la producción de tabaco, pagando precios por debajo del mercado y con meses de retraso.
-Eliminar las dos terceras partes de la actual burocracia económica y política que parasita y obstruye, desviando los recursos y las producciones nacionales, a espaldas del control público.
En fin, insertarse en la “normalidad” contemporánea, única manera de respetar los derechos económicos, civiles y políticos, como viene exigiendo la sociedad civil independiente en Cuba desde 1959. Pero la dictadura, en cambio, está “esperando a Godot”, es decir, que le quiten el embargo.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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