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“Quiero continuar defendiendo mi verdad en Cuba”

cuba represión Jorge Olivera

Jorge Olivera junto a su esposa Nancy (Reuters)

LA HABANA, Cuba.- Hay muchos sorprendidos por el hecho de que el poeta, narrador y periodista Jorge Olivera Castillo, luego de una estancia de casi dos años en los Estados Unidos, haya regresado a Cuba, de donde es probable que las autoridades no le permitan volver a salir.

En 1996, Olivera, uno de los más veteranos periodistas independientes, fue el fundador de la agencia Habana Press. En la ola represiva de la primavera de 2003, fue uno de los 75 disidentes encarcelados. Fue condenado a 18 años de prisión. Salió de la cárcel en diciembre de 2004, mediante una licencia extrapenal por enfermedad. Inmediatamente reanudó su labor como periodista independiente y presidente del Club de Escritores Independiente.

Sobre su viaje y las razones por las que se niega a exiliarse, Jorge Olivera conversó con CubaNet:

– ¿Por qué razones viajaste a Estados Unidos y bajo qué condiciones, dado tu status de recluso con licencia extrapenal?

– Mi viaje se debió a una beca en la universidad de Harvard que obtuve en el año 2009. La nominación corrió a cargo del Centro PEN de Inglaterra, entidad de la cual soy miembro de honor desde que me encontraba en la prisión de Guantánamo extinguiendo una condena de 18 años de privación de libertad. En el 2010, las autoridades cubanas me dieron la oportunidad de salir de Cuba, pero definitivamente, podía ir a Harvard pero no me permitirían regresar, lo que rechacé de plano. En 2016, a raíz del intento de deshielo propulsado por la administración Obama, se me concedió un permiso para salir temporalmente, lo cual me permitió estar en Harvard como parte del programa Scholars at Risk (SAR), que incluye a académicos, escritores e intelectuales que han sufrido y sufren persecución en sus países por defender sus ideas. La oportunidad de viajar al exterior con el retorno garantizado no fue para mí solamente, sino también para los otros colegas del Grupo de los 75 que decidieron permanecer en Cuba.

– A pesar de que siempre aseguraste que regresarías, a algunos les sorprendió que estando técnicamente aún preso, que te pueden revocar la licencia y devolverte a la cárcel en cualquier momento, no pidieras asilo político en los Estados Unidos. ¿Por qué decidiste regresar?

– Sé que muchas personas, dentro y fuera de Cuba, pensaron que optaría por exiliarme, pero estoy de nuevo en el país donde nací y dispuesto a continuar abogando por el respeto al derecho a la libertad de expresión. No temo las consecuencias de mis actos. Es una decisión que tomé 26 años atrás, de manera consciente e irrevocable. Quiero continuar defendiendo mi verdad en Cuba.

– ¿Y si las autoridades cubanas, como te advirtieron, no te permitieran volver a salir del país?

JOC: Sería parte del precio a pagar por conservar intactas mis convicciones, que advierto, no son negociables. Todos estamos atrapados entre la arbitrariedad y la impunidad. Las prohibiciones de salida, los arrestos y los encarcelamientos pueden tocarle a cualquiera. Con esto te digo que nadie puede imaginarse que va suceder con su vida dentro de un par de minutos. Acuérdate que somos rehenes y por tanto sujetos a la voluntad de los captores…

– ¿Qué experiencias y enseñanzas te aportó tu estancia en los Estados Unidos?

– Fue una experiencia extraordinaria. Mi esposa y yo estuvimos casi dos años en Estados Unidos. Pudimos compartir con total libertad nuestras ideas, intercambiar criterios, aprender de una cultura muy rica. Esta fue mi segunda salida al exterior. La primera ocurrió en 1981, como soldado en la guerra de Angola. Allí estuve 26 meses en la selva. Tenía 19 años. Ahora resultó muy diferente. Llegamos a Harvard el 13 de agosto de 2016 y, fuimos desde el comienzo hasta el final, muy bien acogidos. Al concluir la beca en esta prestigiosa institución académica, recibí otra beca, como parte del International Writers Program (IWP), auspiciada por la Universidad de Brown. Allí también nos nutrimos de otras experiencias inolvidables tanto desde el punto vista personal como profesional.

– ¿Cuáles son tus planes inmediatos como escritor y periodista?

– Continuar escribiendo. Aun bajo asedio. Esto hay que verlo como una guerra, donde no hay balas ni cañonazos, pero no por eso menos letal. No faltarán quienes me cataloguen de loco por insistir en una tarea tan compleja, peligrosa y desgastante, pero ni me preocupo en explicarles. No me van a entender. Entonces, es mejor seguir trabajando y dejar a un lado los comentarios, a menudo saturados de ligerezas rayanas en la estupidez.

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