VILLA CLARA, Cuba. – Cuatro de los seis establecimientos conocidos como Pescavilla en Santa Clara cesarán la venta de productos a la población hasta nuevo aviso. A pesar de que los medios oficialistas no han comunicado las causas de la decisión, los trabajadores y vecinos de dichos locales aseguran que hacía más de una semana que no entraban suministros.
“La mía la cerraron desde la semana pasada”, asegura una dependienta de la pescadería situada en la calle Martí de la ciudad. “No teníamos ni tenca para vender. Nos dijeron que hay escasez de petróleo y que no podían mover los productos. Además, se dice por ahí que la planta procesadora tampoco estaba produciendo en estos días”.
Otro trabajador, que pidió igualmente el anonimato para “no comprometerse”, declaró que los habían reunido y “nos informaron que podía estar cerrada un mes o más, pero eso nunca se sabe. Antes de esto, el carro que debe surtirnos no venía desde hacía tres días. La gente pasaba por aquí todo el tiempo a preguntar y no teníamos respuesta para ellos, porque no nos hablaron muy claro sobre las explicaciones que debíamos darles a los clientes”.
La actual crisis de productos cárnicos en Cuba también afectó a las “Pescavillas”, pertenecientes a la Empresa Pesquera de Villa Clara y encargadas, supuestamente, de comercializar todo tipo de productos procesados provenientes del mar y las aguas dulces.
Aurora Marrero, una anciana que se encarga de la reventa de jabas de nylon en las cercanías de Pescavilla, asegura que dos meses atrás, “cuando llegaba el carro, se armaba tremendo alboroto por las croquetas. Eso se acababa en cinco minutos y después no vendían más nada”. En las tablillas de ofertas en casi todas las pescaderías solamente estaban a la venta ejemplares atrasados de la revista “Mar y Pesca” que, paradójicamente, muestran una variedad de productos extraídos de aguas cubanas que pocas veces se han comercializado.
Esta mañana, en la Pescavilla situada en las calles Toscano y Caridad, en el Reparto Condado, el dependiente aseguró que esta aún se encontraba abierta porque quedaban algunos kilogramos de mortadella de pescado para vender a la población. “Cuando esto se me acabe, tengo que cerrar. Esto no es un kiosco para estar vendiendo revistas nada más, que eso no se come”, aseguró.
De acuerdo con el testimonio de los entrevistados, solo quedarán abiertas al público dos pescaderías, las ubicadas en el Reparto José Martí y en el doceplantas del Sandino, las más apartadas del centro de la ciudad. Quienes vivan alejados de ambos puntos deberán trasladarse hacia estos lugares para poder adquirir las poquísimas ofertas de Pescavilla.
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