GUANTÁNAMO, Cuba.- El triunfalismo de la prensa oficialista cubana lo abarca todo: titulares, enfoques y hasta proyectos que pocas veces llegan a consumarse como realidades o avanzan con una lentitud exasperante.
Ante las críticas internacionales por las restricciones que el gobierno cubano ha impuesto a sus ciudadanos para acceder libremente a Internet, hace poco a esa prensa le dio por reiterar a bombo y platillo que Cuba era el país que más había crecido en cuanto al acceso de su población a la red de redes. Dicho así cualquiera se confunde, pues ese crecimiento solo ocurre en países como Cuba, que tienen una baja densidad de conexión por habitantes y una red muchas veces ineficiente, censurada siempre.
Hace poco visité Jamaica y abordé un ómnibus local en Kingston. El vehículo, además de estar impecablemente limpio, tenía aire acondicionado y acceso a Internet. El acceso a la red de redes también existe en la intrincada carretera que conduce desde Saint Catherine al poblado marino de Saint Ann gracias a la wifi local. Cuando constaté eso en un país que históricamente siempre estuvo detrás del nuestro en cuanto a desarrollo, no pude dejar de pensar cuán rezagados estamos con respecto al uso de las nuevas tecnologías de la información, aunque eso no lo reconozcan jamás los castristas.
Ayer 28 de septiembre la prensa oficialista informó en Granma y Juventud Rebelde que el servicio Nauta Hogar, encargado de llevar Internet hasta las casas, se extenderá a varias provincias desde hoy. Las provincias seleccionadas —ya en La Habana existía el servicio— son Pinar del Río, Las Tunas, Holguín, Granma y Guantánamo.
Indudablemente se trata de otro paso de avance, pero de ahí al enfoque triunfalista que esa prensa ha hecho del caso va un trecho muy grande. En primer término este servicio no va a llegar a todas esas provincias como se ha anunciado, sino solamente a 17 consejos populares de esos territorios, de los cuales Pinar del Río tiene seis; Las Tunas, dos; Granma, cinco; Holguín, dos; y Guantánamo, dos.
Según la información publicada por Juventud Rebelde, en marzo pasado ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba) había informado que esperaba poner unas nuevas 38 000 capacidades a disposición de los cubanos, pero no se aclara si cumplirá con ello.
Los ‘peros’ de siempre…
Es condición indispensable para recibir el servicio que el solicitante posea un teléfono fijo. Aclaro que la iniciativa para formalizar el contrato corresponde a ETECSA, quien se encargará de llamar al posible cliente, así que aunque uno viva en uno de los consejos populares seleccionados y tenga teléfono fijo, si no es llamado es porque no ha sido seleccionado.
Guantánamo es una de las provincias de más baja conectividad de teléfonos fijos en el país. Si a eso sumo el hecho de que los precios no han variado el impacto social de esta decisión es insignificante, mucho más en un país donde solo un grupito de privilegiados tiene acceso a Internet desde sus casas. Así parece que continuará siendo, con la diferencia de que dentro de los anteriores privilegiados hay muchos que reciben gratuitamente el servicio por sus vínculos con el régimen, mientras que los nuevos tendrán que pagar, y bien caro.
En Guantánamo, donde el salario promedio mensual es el más bajo del país —$633.00 CUP (unos $25.32 CUC), según publicó el periódico Granma el pasado 30 de junio de 2017—, quien solicite el servicio más barato, que cuesta 15 CUC y tiene una velocidad de 1024 kbps de bajada/ 256 kbps de subida, tendrá que erogar el 59.24% de ese salario promedio. Quien opte por el servicio de 2048 kbps/256 kbps, deberá pagar 30 CUC, que representan el 118.48% de dicho salario.
La tarifa de 50 CUC asignada a la velocidad de 3072 kbps/512 kbps representa el 197.47 % del salario promedio y la última de 70 CUC, asignada a la velocidad de 4096 kbps/512 kbps, representa nada más y nada menos que el 276.46%, algo realmente exorbitante, sin obviar el hecho discriminatorio de que ETECSA cobra en una moneda que no es la que recibe en pago por su trabajo la inmensa mayoría de los cubanos.
No hay diferencia entre la primera y segunda oferta en cuanto a la velocidad de subida y sin embargo el precio es superior entre una y otra en 20 CUC. En cuanto a la tercera y cuarta ofertas, la velocidad de subida es la misma pero también hay una diferencia de 20 CUC en el precio.
Habrá que pagar 10 CUC por el servicio además de 19 CUC por el módem ADSL y las horas no podrán acumularse de un mes a otro aunque no hayan sido consumidas en su totalidad.
Y por último, quien pueda pagar esos precios y sea seleccionado por ETECSA, deberá tener una cuenta de acceso a Internet adscripta al dominio @nauta.com.cu. Aunque la empresa se la habilite gratuitamente en caso de no tenerla, no hay que ser muy suspicaz para saber que el Big Brother estará detrás de esas conexiones gracias a esta limitación y seguirán existiendo contenidos sobre Cuba, publicados aquí o en el extranjero, a los que no podrán acceder los nuevos clientes debido al celo tutelar del castrismo, centrado en que siempre nuestro pueblo reciba un mensaje “políticamente correcto” que, obviamente, no es más que el enviado por sus testaferros.
¿De qué lucha de pensamiento hablan los gobernantes y sus ideólogos de este país cuando prohíben los espacios de lo diferente? ¿Por qué no permiten que el pueblo acceda libremente a Internet, a precios razonables, y conozca lo que pasa en Cuba y en el mundo por sí mismo? Cuando eso ocurra entonces sí que la prensa oficialista podrá batir bombos y platillos.