WASHINGTON.-El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró hoy que la política de “pies secos/pies mojados” pertenece a “otra era” y su fin contribuirá a normalizar las relaciones entre Cuba y EE.UU.
“Hoy Estados Unidos está dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración”, afirmó Obama en un comunicado.
El presidente de Estados Unidos anunció que el fin de la política de “pies secos/pies mojados” tendrá efecto inmediato, de forma que los cubanos que no califiquen para obtener ayuda humanitaria serán objeto de deportación, en concordancia con las actuales leyes del país.
“Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, subrayó Obama en su comunicado.
El mandatario consideró que la política “pies secos/pies mojados” pertenece a “otra era”, pues fue adoptada en 1995 y estaba basada en la devolución a Cuba a los isleños que interceptaban en el mar (“pies mojados”), pero se admitían en el país los que lograban tocar tierra (“pies secos”).
Según el comunicado de la Casa Blanca, el Gobierno cubano se ha comprometido a aceptar el retorno a Cuba de los isleños que sean deportados desde Estados Unidos, de la misma forma en la que ha aceptado anteriormente la vuelta a la isla de los migrantes que eran interceptados en el mar.
El fin de la política de “pies secos/pies mojados” era un reclamo que mantenía desde hace mucho tiempo el Gobierno de Cuba para avanzar en la política de normalización de las relaciones bilaterales que los viejos enemigos comenzaron en diciembre de 2014.
La política adoptada hoy es una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al Secretario de Justicia de EE.UU. para permitir que los cubanos que han entrado en el país, tanto legal como ilegalmente, obtengan la residencia permanente un año después de su llegada.
Declaraciones del presidente Barack Obama
Hoy los Estados Unidos está tomando medidas importantes para normalizar las relaciones con Cuba y establecer una mayor consistencia en nuestra política de inmigración. El Departamento de Seguridad Nacional eliminará la política denominada “wet-foot/dry foot” (pies secos/pies mojados), que fue creada hace más de veinte años y diseñada para una era diferente. Con efecto inmediato, los ciudadanos de Cuba que intenten entrar a los Estados Unidos ilegalmente y que no cualifiquen para auxilio humanitario serán sujetos a ser devueltos a Cuba, en concordancia con las leyes de Estados Unidos y las prioridades en su aplicación. Al tomar esta medida tratamos a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países. El gobierno cubano ha aceptado el retorno de los ciudadanos cubanos que serán ordenados a volver a Cuba, así como ha venido aceptando el retorno de los migrantes interceptados en el mar.
El Departamento de Seguridad Nacional también ha puesto fin al Programa de Parole de Médicos Cubanos (“Cuban Medical Professional Parole”). Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y las vidas de nuestros pueblos. Al dar tratamiento preferencial al personal médico cubano, el programa condicional para los médicos contradice esos esfuerzos, y arriesga causar daño al pueblo cubano. El personal médico cubano será ahora elegible para solicitar asilo en las embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo según los procedimientos aplicables a todos los extranjeros.
Estados Unidos, una tierra de inmigrantes, desde hace más de un siglo se ha enriquecido con las contribuciones de los estadounidenses de origen cubano. Desde que asumí este cargo, hemos colocado a la comunidad cubano-estadounidense en el centro de nuestras políticas. Con este cambio seguiremos recibiendo a los cubanos así como recibimos a los inmigrantes de otras naciones, en concordancia con nuestras leyes. Durante mi Administración, hemos trabajado para mejorar la vida del pueblo cubano, dentro de Cuba, al proporcionarles un mayor acceso a recursos, información y conectividad con el mundo. Sostener ese enfoque es la mejor manera de asegurarnos de que los cubanos disfruten de la prosperidad, persigan reformas y determinen su propio destino. Como dije en La Habana, el futuro de Cuba debe estar en manos del pueblo cubano.
(EFE)