GUANTÁNAMO, Cuba. – Desde noviembre del 2017 escasean en Cuba productos como la carne de cerdo, los huevos, los destinados a la higiene del hogar y al aseo personal, el arroz, el pan, el chícharo, entre otros.
El déficit en el suministro de estos productos básicos aumentó ostensiblemente en el primer semestre de este año, provocando aglomeraciones en los mercados, subidas de precios en la bolsa negra y hasta incidentes violentos.
Todo estuvo generado por las insuficiencias de la industria nacional y por la incapacidad financiera del régimen para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad en el extranjero, concomitantemente con el pago de sus deudas, una situación que no ha sido resuelta si nos atenemos a lo dicho por el presidente Miguel Díaz Canel en el reciente período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Ahora, junto con la insoportable canícula, llegó la falta de electricidad, a pesar de que el propio presidente Díaz-Canel había asegurado ante la televisión nacional que no habría apagones programados este verano. Y en medio de este sombrío panorama que sufre la mayoría del pueblo cubano, insólitamente, en vez de ofrecernos un discurso mesurado y objetivo, el Ministro de Economía, señor Alejandro Gil Fernández, aseguró el pasado 13 de julio ante la ANPP lo siguiente: “Para los enemigos de la Patria solo tenemos noticias que les resultarán muy malas: los cubanos saldremos adelante…y vamos por más”.
No está de más recordar que en Cuba, cuando un mandante se refiere a la Patria, está hablando del castrismo y del partido único. Pero como me encuentro entre el cada vez más numeroso grupo de cubanos que sabe que la Patria es muchísimo más que una ideología y un discurso enclenque, y como no soy un enemigo de mi querida Patria sino de las ideas y de los actos impuestos por el castrismo, confieso que me alegraría en extremo si el castrismo rebasara esas frases grandilocuentes y aportara hechos concretos cuyos resultados pudiera apreciar en la mesa de la mayoría de los cubanos. Desgraciadamente, soy escéptico en cuanto a ese optimismo infundado del señor ministro, pues conozco en qué terminan esas frases afiebradas.
El discurso del castrismo y los datos de la ONU
El embargo norteamericano es un obstáculo para el desarrollo de nuestro país, pero el castrismo tiene en él su excusa favorita para justificar su ineficiencia y sus errores. Más daño hace el bloqueo que el régimen ha impuesto al espíritu emprendedor de los cubanos.
Un argumento muy reiterado por el castrismo consiste en afirmar que Cuba está a la vanguardia de los países latinoamericanos en cuanto a nivel de vida. Sin embargo, no es eso lo que aseguran los datos sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicados en el Informe sobre Desarrollo Humano 2018 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según ese informe, que puede consultarse en Internet, el IDH mide el avance conseguido por un país en tres dimensiones básicas: disfrutar de una vida larga y saludable, tener acceso a la educación y a un nivel de vida digno.
El caso es que en nuestro continente, en esa lista mundial y con un IDH muy alto aparecen Canadá (puesto 12), EE.UU. (13), Chile (44), Argentina (47) -¡Sí, la Argentina que tanto critican los medios oficialistas cubanos asegurando que está empobrecida por culpa de Macri!- Bahamas (54), Uruguay (55) y Barbados (58).
Cuba no aparece en el grupo de países con un IDH muy alto sino en el de países con un IDH alto, en el puesto 73. Delante de Cuba están Costa Rica (63), Panamá (66), Trinidad y Tobago (69), Antigua y Barbuda (70) y San Cristóbal y Nieves (72). Es decir, que en la América situada al sur del río Bravo hay 10 países mejor situados que Cuba.
No obstante, ese lugar 73 entre 189 países, habría que preguntar a los expertos de la ONU qué entienden por dignidad de la persona humana y qué por una vida digna. Ambos conceptos no pueden aplicarse -sin que ello deje de provocar suspicacias- a un país como el nuestro, donde el Estado viola elementales derechos humanos de forma masiva.
El castrismo llegó al poder hace sesenta años. En esas seis décadas Singapur, Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur y Malasia-por sólo citar algunos ejemplos- salieron del atraso económico para adentrarse en un pujante desarrollo económico. Vietnam, país que sufrió una guerra devastadora, también avanza de forma sostenida. Mientras, Cuba continúa estancada en el tiempo y sus dirigentes se desentienden del cumplimiento de importantes documentos jurídicos internacionales.
Cuando el ministro Alejandro Gil Fernández hizo su alocución triunfalista ante la ANPP, olvidó algo de extrema importancia: no sólo de pan vive el hombre. Sería muy hermoso que sus palabras se cumplieran, pero aun así, ese “más” del que habla quedaría trunco si a él no se le suma el cumplimiento de todos los derechos humanos que hoy el régimen viola constantemente.
Creería en el ministro y en el presidente Díaz Canel -quien también ha suscripto la frase- si junto al deseo de avanzar económicamente realizaran actos concretos para que todos los cubanos tuviéramos los mismos derechos y terminaran con la discriminación política. Pero hasta ahora solo han demostrado que si van por más, es por más de lo mismo: más retórica y menos actos concretos, más actos políticos y menos eficiencia económica, más promesas de democracia coexistiendo con la violación de pactos y documentos jurídicos internacionales.
El hombre tiene un componente espiritual y un amor a la libertad que resultan insoslayables de un proyecto de vida digno. Al pensar en esto no puedo dejar de citar ese poema de Nicanor Parra que tanto me gusta, “Inflación”.
Alza del pan origina nueva alza del pan
Alza de los arriendos
Provoca instantáneamente la duplicación de los cánones
Alza de las prendas de vestir
Origina alza de las prendas de vestir.
Inexorablemente
Giramos en un círculo vicioso.
Dentro de la jaula hay alimento.
Poco, pero hay.
Fuera de ella sólo se ven enormes extensiones de libertad.
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