LA HABANA, Cuba.- Un año en la prisión de Kilo 5 de Pinar del Río, es el castigo impuesto por el Tribunal Municipal de Viñales al doctor en Ciencias Biológicas Ariel Ruiz Urquiola, a quien después de un acelerado proceso penal de cinco días, le fue aplicada una multa de mil pesos y la pena de marras por el delito de Desacato.
El arresto de Ariel en su propiedad ubicada en el Consejo Cuajaní del Valle de Viñales, fue otra vuelta de rosca de las autoridades pinareñas para expulsar el biólogo de la Sierra del Infierno. La apretada situación de la familia Urquiola abarca a la madre, la hermana y las amistades del científico en prisión.
Las chapucerías que van dejando las autoridades de Pinar del Río con la manipulación de la Ley, evidencia lo que CubaNet describió en su primer reportaje sobre el caso como un western clásico, donde las autoridades del pueblo violan las leyes para expulsar a un granjero.
Así lo describe Isabel Urquiola madre de Ariel:
“Cuando llegué a Viñales para ver por qué se habían llevado preso a mi hijo, me contaron que todo había sido manejado por la policía (…) Cuando fui a la policía para verlo, lo que hicieron fue tomarme declaración sobre los equipos que ocuparon en la granja”.
La policía exigió a la madre presentar los vales de compra de dos motosierras ocupadas en el registro llevado a cabo en la casa de Ariel. Isabel presentó la documentación de los equipos comprados en Alemania y solicitó al instructor del caso, identificado como Lloret, ver a su hijo.
“Me dijo que eso solo lo podía autorizar el jefe máximo de la policía, y cuando me puso al habla con él, me dijo rotundamente que no”, relata Isabel.
En la estación policial le indicaron a Isabel que regresara en dos días para recoger las motosierras ocupadas. Isabel cuenta que cuando volvió a recoger las propiedades de su hijo, no solo la golpeó la mentira.
“Cuando llegamos allí (estación policial) lo que me entregaron fue una nota donde aparecía el número de causa por la cual iban a sancionar a mi hijo y la palabra Desacato.”
Desacato
Los guardabosques identificados como Cirilo Sahera y Alexander Blanco se presentaron vestidos de campaña militar verde olivo en la Finca del Infierno, propiedad de Ariel Urquiola. Ambos declararon en el juicio que habían acudido al lugar al escuchar el ruido de una motosierra.
Isabel asegura que la motosierra no estaba siendo utilizada cuando ellos llegaron a la propiedad de Ariel.
“Evidentemente ellos venían preparados para poner en problema a mi hijo, como hacían siempre que subían allá arriba (…) Ariel le pidió que se identificaran y ellos se negaron.”
Según testigos del juicio oral, Alexander y Cirilo expresaron su compromiso de cumplir con la revolución que los amaestró bajo el credo de que es una ofensa ser llamados “guardias rurales”.
En el juicio la fiscalía basó el caso en el testimonio de los dos guardabosques que dijeron sentirse ofendidos cuando Ariel los llamó “guardias rurales”. En su alegato el fiscal intentó demostrar que la ofensa hacía alusión a la guardia rural del gobierno de Fulgencio Batista derrocado por Fidel Castro.
“El fiscal miraba a Ariel con mucho odio, mucho rencor, mucha maldad”, cuenta Isabel y añade, “por eso siempre pensé que él iba a intimidar a todo el tribunal con frases de compromiso revolucionario, y así sucedió (…) Bien poco pudo hacer el abogado de la defensa que contratamos en el lugar.”
Cuando las amistades y familiares de los Urquiola aseguraban que no había delito para sancionar al biólogo; Omara Ruiz Urquiola, hermana de Ariel, pensó en los extremos. Aseguró a este reportero que su hermano sería sancionado a 6 meses de cárcel.
Recuerda Isabel que cuando la jueza dictó la sentencia máxima por el delito de Desacato, la sala se lleno de asombros.
“Cuando le concedieron la palabra, Ariel dijo que el proceso había sido injusto desde su comienzo. Advirtió que si le pasaba algo en la cárcel no iba a detenerse en hacer públicas sus denuncias, que ya habían comenzado desde que lo apresaron”.
Ariel Ruiz Urquiola se mantuvo sin ingerir alimentos desde el día de su arresto hasta que se desmayó finalizado el juicio oral. Después de ser hidratado Urquiola fue trasladado a la prisión provincial Kilo 5, donde cumplirá al menos 3 meses antes de optar por un beneficio penitenciario.
El procedimiento penitenciario cubano establece que los reos primarios tienen derecho a libertad condicional al tercio de la sanción. En el caso de Ariel este beneficio carcelario podría está sujeto al criterio de las autoridades del Departamento de Seguridad del Estado (DSE).