LA HABANA, Cuba.- Luis Robles Elizástegui se manifestó pacíficamente a comienzos de diciembre de 2020 en el céntrico boulevard habanero de San Rafael en reclamo de libertad y el cese de la represión en Cuba, así como de la liberación del rapero contestatario Denis Solís. Inmediatamente fue detenido y conducido a Villa Marista, y desde el momento de su encarcelamiento el joven, de 28 años y sin vínculos con la oposición ni con el Movimiento San Isidro, ha sido víctima de humillaciones y maltratos físicos y psicológicos.
Robles se encuentra actualmente en el depósito del edificio 3 de la prisión habanera Combinado del Este, donde continúa sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes –expresamente prohibidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 5–. El joven padece de reflujo gástrico, para lo cual necesita varios medicamentos, principalmente Domperidona. A pesar de que su hermano le llevó las medicinas a la cárcel, las autoridades penitenciarias no se las entregaron, según nos informó vía telefónica el propio Luis Robles, quien teme por su salud. Además de eso, lo han amenazado veladamente con perjudicar a su familia. También le pusieron una cucaracha en la comida.
El llamado depósito es la sección a donde llegan los internos pendientes de juicio. Por su parte, debido a la pandemia de la COVID-19 fueron suspendidas las visitas quincenales que les corresponden a estos reclusos. En su lugar reciben los alimentos y medicinas que les llevan sus familiares, pero a Luis Robles no se los han entregado en dos ocasiones.
El joven guantanamero es uno de los cinco declarados convictos de conciencia por la ONG Prisoners Defenders a comienzos del pasado mes de enero, con lo cual suman 138 los presos políticos en la isla.
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