LA HABANA, Cuba. – Las bases de campismo popular en el litoral norte, al este de la capital, se caen a pedazos. La idea de fundar los campismos fue de Fidel Castro, en septiembre de 1959, mientras recorría la Hacienda Cortina, hoy Parque Nacional de La Güira, Sierra de los Órganos, en Pinar del Río. Veintidós años después, en abril de 1981, se organizó un plan masivo de “acercamiento del pueblo a la Naturaleza, mediante la recreación” (afirmó Fidel). Surgía el “Campismo Popular”, como una “vía saludable para garantizar las vacaciones del pueblo trabajador”.
En la actualidad el Grupo Empresarial Campismo Popular cuenta, según cifras oficiales, con 81 instalaciones en funcionamiento, con una capacidad diaria de alojamiento para 14 mil personas en 4.217 cabañas, de las cuales 3.493 tienen baño interior. El Grupo Empresarial “Campismo Popular” agrupa a 22 empresas distribuidas por todo el país. Presta servicios de reservación, alojamiento, gastronomía, recreación y transporte. Para 2014, la empresa anuncio que prevé superar los 2.420 000 visitantes. Pero…
Haciendo un recorrido por los campismos del litoral norte de Mayabeque, es evidente la diferencia con respecto a 10 o 20 años atrás. Las bases de campismo ya no son tan idílicas, ni tan saludables.
Marinez, una residente en Santa Cruz del Norte, señala: Los campismos ya no son seguros para vacacionar. Se han convertido en un escenario de violencia, drogadicción. Se sabe de robos y asesinatos en los últimos tiempos en estos lugares.
Elisa, una funcionaria de la Empresa de Campismo asegura :
—Estamos apostando por la mejora de todas las instalaciones y sus servicios. Ahora contamos con el apoyo del MINTUR y del grupo hotelero Breezes.
Eduardo, taxista botero de la ruta Santa Cruz, Matanzas afirma:
Es muy difícil divertirse en esos campismos. Va gente de varias zonas de la capital. Se arma el mal ambiente del reggaetón, las puñaladas. Se vende mucha droga y hay riñas tumultuarias. Yo con mi niña pequeña no puedo ir a esos lugares.
Odalys una especialista de Cultura de Santa Cruz argumenta:
–En el verano, recrearse saludablemente cada vez se hace más difícil. Todo gira en torno a la masificación de la violencia, la guapería y las drogas. Los campismos dejaron de ser una fuente de relax, ahora representan un potencial peligro para su entorno.
Haciendo un recorrido, salto a la vista la situación de esta opción recreativa. Días entre semana, solo la base “Los Cocos” estaba en plena actividad. A medio funcionar se encontraba “Las Caletas”. Por otra parte, es evidente el abandono de las instalaciones en el “El Abra” y “Playa Amarilla”.
En la base ” Los Cocos”, el sentir de varios campistas se resumió en esta frase:
–Aquí es lo máximo, piscina y reguetón. La comida está regular, pero lo que nos interesa es emborracharnos y olvidarnos del mundo.
Otras campistas opinaron. Uno de ellos estaba con su familia:
–Las cabañas son confortables con aire acondicionado y todo. Pero el servicio gastronómico es malo, hay poca variedad de ofertas. No hay cerveza en la zona, tenemos que salir a buscarla fuera de la instalación.
LLegó el calor del verano. Pero el de este año promete más decadencia disfrazada de “recreación y sano esparcimiento”.