SANTA CLARA, Cuba.- Los inconvenientes no han cesado en la vida de Isabel Cristina Cabello López, la doctora de Santa Clara que lleva 4 años buscando justicia para su hija Beatriz Bia Cabello López, fallecida 18 días después de una cesárea “mal hecha”, según declaró a CubaNet.
La joven cumplía 36.6 semanas de gestación cuando llegó al hospital con “dolores extraños”, sin embargo, varios sucesos de negligencia médica causaron la muerte de su bebé, y varios días después la suya.
Beatriz falleció el 5 de marzo de 2015 a causa de un Trombo Embolismo Pulmonar Izquierdo. Isabel, tras la muerte de su nieta y su hija, juró hacerles justicia, pero nunca imaginó el calvario que tendría que enfrentar.
Isabel Cristina se encontraba de Misión Médica en Venezuela cuando su hija comenzó los trabajos de parto, por lo que tuvo que abandonar de emergencia el país sudamericano y regresar a la isla, donde permaneció junto a su pequeña hasta el último de sus días.
Estando todavía en Cuba, Cabello decidió denunciar a los médicos que estuvieron presentes en la cesárea fallida, pero no obtuvo resultados y sí “maltratos y represalias por haber denunciado”. Un mes después, a su regreso a Venezuela, continuó sus reclamos vía redes sociales, sin sospechar que sus jefes observaban su comportamiento.
Cabello López fue devuelta a la isla sin sus pertenencias y a la fuerza, una vez terminó la misión internacionalista el 15 de abril del 2018.
“Entraron a la fuerza a mi casa en Venezuela, rompieron la puerta con una pata de cabra, y me sacaron sin dejarme apuntar lo que dejaba”, contó a CubaNet la galena, y mostró una fotografía del doctor Ovidio Chaviano, jefe de la misión médica, y al cual responsabiliza por la súbita expulsión del país sudamericano.
“Me trajeron a Cuba y me hicieron pasar por loca, con dictámenes falsos y con lo que tenía puesto. Me dejaron con un taxista en el aeropuerto de La Habana que me llevó al Hospital Psiquiátrico Gali García. Por cierto, el señor me regaló 50 pesos, pues ni el carnet de identidad pude traer. Me quitaron 500 dólares, cadenas, y mis libros, bueno hasta el peine. Estuve 5 días en el Gali entre adictas, esquizofrénicas, bipolares, me trataron mal y después me mandaron sola para mí casa”, rememora.
“Dijeron que yo no tenía conciencia de la enfermedad, que tenía pérdida de memoria, incoherencia disgregada, alucinaciones auditivas, insomnio, irritabilidad, aceleración del pensamiento, agitación motora y verbal, que no me quería medicar, y me dieron Clorpromazina de 100 Mg para drogarme. Me amenazaron con quitarme el dinero de fin de misión, que me dieron casi a los 3 meses de estar aquí y con mucho trabajo. Incluso me dijeron que tenía ideas suicidadas y que no podía regresar a buscar mis cosas en ese estado”.
Después de la muerte de su hija, la doctora denunció a través de una carta emitida en el 2015 los maltratos y la falta de atención médica que recibió Beatriz en el Materno de Santa Clara, discordantes con dictamen final del fallecimiento, el cual exponía que el deceso de Beatriz fue por “muerte materna e infantil”, razón que presume fueron el detonador para su violento regreso a la Isla y al cúmulo de enfermedades mentales que le diagnosticaron.
La respuesta llegaría tiempo después de la mano del Doctor Roberto Álvarez Fumero, Jefe del Programa Materno Infantil (PAMI), quién le confirmó a Isabel que su hija sí había recibido maltratos, y sí hubo negligencia médica por parte del personal de salud. En la misiva expuso además que los implicados recibirían sanciones, aunque estas nunca llegaron, o por lo menos “no como debieron haber sido”.
Según Cabello, la repuesta del Doctor Fumero debió ser discutida con el entonces Ministro de Salud, Roberto Morales Ojeda, por la gravedad del asunto, pero éste hizo caso omiso. “Nunca me quiso atender, ni nombrar a alguien que lo hiciera, porque querían tapar todo y no proceder con lo penal”, señaló Isabel.
Así mismo aseguró que las viceministras Marcia Cobas y Regla Angúlo, en combinación con los “jefes grandes de la misión, Fernando González Isla, René Gamboa, Yendry Gattorno, Ovidio Chaviano y otros, se quedaron con todo lo mío, adquirido en los 5 años q estuve en la misión”.
“Ellos sabían que lo que traía era para arreglar mi casa que está mala, y para poner una cafetería para mantener a la niña. Ahora cómo hago, porque dejé la medicina en julio del año pasado. Y un tal Yendri Gattorno, de 35 años, me ha hecho la guerra. Hasta me quiso sancionar a un año de rebaja del 20% del salario y todo por reclamar lo mío. La idea de traerme fue de él, primero me dijo que me iba a ayudar, pero en conjunto con la psiquiatra Adalis, Jorge Félix y José Eduardo fueron los que firmaron el supuesto dictamen médico con el cual me sacaron de Venezuela”, denunció Cabello, mientras mostraba varias imágenes de las pertenencias que no le dejaron traer.
“Hace poco fui amenazada por el Capitán Jefe de Homicidio de Villa Clara, me dijo que si seguía insistiendo en lo de la muerte de mi hija me iba poner presa, que tenía una celda esperando por mí. También me han dicho que tengo el teléfono pinchado. Suerte que por otra vía llegué al delegado del MININT Provincial, quien me dijo que no me iban a molestar más, pero nada de respuesta a las cosas que le hablé”, menciona.
“Le escribí al Consejo de Estado, a Díaz-Canel, Machado Ventura, al vicepresidente Valdés Mesa, a Raúl Castro y nada. Me pusieron a una tal Ana Margarita del Comité Central para atenderme, y se burló de mí también. Me maltrató la Asamblea Nacional, Justicia, Fiscalía General, ministros, colaboración médica, CTC, FMC, hasta los periódicos; para ellos yo no tengo razón. He ido mil veces a la Fiscalía General, incluso he amanecido allí, y me dicen que Fumero es un alto funcionario del Ministerio de Salud Nacional y que no pueden hacer nada. ¿Buena respuesta verdad?”, se pregunta irónicamente.
“No voy a descansar hasta que esas personas que están utilizando la palabra “Revolución”, y haciendo daño al pueblo, paren. Pues no son humanos, me trajeron de Venezuela sin las cosas de mi nieta, sólo pensaron en ellos, como Fernando González, y no pensaron en mi dolor y las necesidades de esa niña que se quedó sin mamá”, reprochó.
Cabello, que llega este 2019 a sus 60 de vida, lleva 4 años reclamado culpables por la muerte de su hija y un año en busca de que sus pertenencias sean devueltas, pero solo ha obtenido promesas y nada en concreto. Según sus declaraciones le ofrecieron irónicamente la oportunidad de buscar sus pertenencias por esfuerzo propio, “me dijeron que, si quería mis cosas, tenía que buscar donde traer todo, con mi propio dinero, porque no me van a buscar nada, ¡pero de dónde, si lo que dejé en Venezuela es lo único que me quedó!”.