LA HABANA, Cuba.- Nadie duda de las muchas similitudes que existen entre los gobiernos de Cuba y Corea del Norte. Son regímenes unipartidistas, donde se vulneran los derechos individuales de los ciudadanos, y en los que se practica una sistemática represión contra los opositores políticos.
Sin embargo, y no obstante las afinidades anteriores, a muchos les ha resultado sospechoso el continuo intercambio de mensajes secretos entre los máximos dirigentes de La Habana y Pyongyang. En efecto, por estos días se ha producido la visita a Cuba del vicepresidente del Comité de Estado de Corea del Norte, y el pasado mes de julio lo había hecho un vicepresidente del Partido del Trabajo de esa nación asiática. En ambas ocasiones portaban mensajes del mariscal Kim Jong-un para Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel.
Es muy probable, por ejemplo, que el intercambio comercial entre ambos países no sea el motivo central de esas visitas. De acuerdo con cifras emitidas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), durante el sexenio 2011-2016, el intercambio de bienes entre ambas naciones ascendió solamente a 65,3 millones de pesos, lo que ubicó a Pyongyang en el lugar número 12 entre 14 países seleccionados de Asia, únicamente por delante de Filipinas y Siria.
Por otra parte, es notorio el pragmatismo seguido por los gobernantes cubanos durante los últimos tiempos en sus vínculos con Corea del Sur. Vínculos que, en buena medida, han constituido un referente para aquilatar el nivel de acercamiento de la isla a sus camaradas norcoreanos.
Hay que recordar que Fidel Castro sacrificó al deporte cubano, y en especial a varias figuras que pudieron alcanzar la gloria olímpica en ese momento, al ordenar que los atletas cubanos no asistieran a las olimpiadas de Seúl en 1988, para congraciarse con Kim Il-sung, en ese entonces el hombre fuerte del régimen norcoreano.
En cambio, se han incrementado los intercambios deportivos entre La Habana y Seúl en años recientes, en particular entre los equipos de béisbol de ambos países. ¿Y qué decir de las relaciones comerciales cubano-sudcoreanas?…
Durante el propio sexenio 2011-2014, y siempre según datos de la ONEI; el intercambio de bienes entre los dos países ascendió a 587,1 millones de pesos, lo que convirtió a Seúl en el tercer socio comercial de Cuba en el continente asiático, solo superado por China y Vietnam, y por delante de naciones como la India y Japón. Y, por supuesto, un intercambio en el que Cuba presenta un déficit comercial (compra más que lo que logra vender) del orden de los 520 millones de pesos.
Entonces, ¿cuál podría ser la razón de tan continuado secretismo entre los gobernantes de ambos países? Claro que no puede descartarse del todo el hecho de que Corea del Norte utilice a Cuba como trampolín para afianzar sus vínculos con América Latina. No debemos olvidar aquel episodio de hace algunos años en que un barco cubano, cargado con armas norcoreanas, intentaba cruzar el Canal de Panamá.
¿Y no será que los dirigentes cubanos se sientan inclinados a acceder a algunos de los engranajes del programa nuclear norcoreano con vistas a hacer más “eficaz” la guerra de todo el pueblo?…