La “magia” que mantiene rodando los vehículos estatales en Cuba

LA HABANA, Cuba.- “Acepté el cargo solo porque sabía que tenía asignado un carro y su respectiva cuota de combustible mensual, no es mucho, pero me reporta un ingreso mensual de unos 40 CUC extras a mi salario que solo es de 30 CUC. Mi cargo en la dirección Nacional de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) es, como decimos en Cuba, una bola de candela, (refiriéndose al contenido de trabajo respecto al salario recibido), pero la necesidad me obligó y acepté solo porque, literalmente, me compraron diciéndome que me asignaban un auto lada y una tarjeta con combustible cada mes, y sabía que eso me reportaría un dinero extra”, comentó para Cubanet un funcionario de la UJC Nacional que prefirió no relevar sus datos.
La flota de vehículos pertenecientes al estado cubano está formada, en su mayoría, por autos Ladas, camiones fabricados en la Unión Soviética en los años 80, vehículos chinos, y algún que otro modelo europeo como los Peugeot.
Yosvani Manzano, chofer de un camión Zil 130 perteneciente a la Empresa Agropecuaria nos explicó cuál es el denominador común que logra mantenerlos en las vías sin piezas de repuesto.
“El interés, el beneficio personal, vender un poco de petróleo o gasolina para subsistir, usar un camión destinado a la carga de alimentos para una mudanza e incluso para botar escombros, obteniendo siempre un beneficio, alquilar fuera del horario laboral o el uso personal. Esa es la verdadera razón por la cual estos autos son reparados con nuestros propios ahorros y se mantienen rodando a pesar de no haber nada para arreglarlos. Yo mismo tuve que comprar una goma para mi camión en el mercado negro, el dinero salió de mi bolsillo, pero es generado por el propio camión cuando cobro por botar escombros o por una mudanza, esto lo sabe todo el mundo, sino fuera así, el estado no tendría ni un solo carro rodando en las calles”.
No solo la compra de accesorios, muchas veces la reparación mecánica del motor, la chapistería, pintura y vestidura sale de los bolsillos de los jefes y choferes. Es una inversión, y tienen que pagar desde las piezas hasta la mano de obra de los mecánicos.
“Mi auto es un lada modelo 2105, y he tenido que invertir mucho dinero en él. En mi entidad no existe un taller de reparaciones, mucho menos mecánicos que se encarguen de arreglarlos. Todo ha salido de mi bolsillo y el de mi jefe, compramos todo a la mitad porque las ganancias que genera el carro siempre las dividimos en partes iguales, es como un negocio particular, una especie de inversión que recuperaré vendiendo combustible o dando algún viaje de alquiler, aunque me la tenga que jugar con la cantidad de inspectores que hay en la calle. Pero así es como vivimos la mayoría de los que trabajamos de choferes para el estado, porque el salario de 12 dólares al mes no alcanza ni para empezar”, comentó para este diario el joven chofer de un lada estatal, perteneciente a la Dirección Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), quien prefirió el anonimato por miedo a perder su empleo.
“Trabajo en la empresa alimentaria y manejo un van Mercedes Benz del año 1995, como te podrás imaginar para eso existen pocas piezas aquí, y he tenido que hacerle miles de adaptaciones e inventos porque mis hijos comen gracias a ese carro. Lo menos que hago es vender el combustible. En mi empresa existen otras formas más fáciles y limpias de buscarse la vida manejando y trasportando alimentos. Yo mismo reparé el motor, pagué toda la reparación, la chapistería y la pintura, y los jefes lo saben, ellos saben que nosotros debemos mantener y costear los arreglos porque de eso vivimos y de eso viven ellos también”, contó a Cubanet Yoan Navarro Pérez, chofer de la Empresa Alimentaria de la Habana.
La difícil situación del transporte en la Isla, el inaccesible precio de los medios de transportes particulares, sumado a los bajos salarios, hace que las plazas de choferes, así como esos cargos que tienen asignado un vehículo sean codiciados.
En la Isla existen muy pocos talleres de reparación para los autos estatales, y la mayoría de estos están solamente a disposición de la FAR y el MININT.