GUANTÁNAMO, Cuba. — A pesar de que el inciso (g) del artículo 13 de la Constitución castrista establece que uno de los fines esenciales del Estado es la protección del patrimonio natural, histórico y cultural de la nación, CubaNet ha publicado varios artículos sobre las podas desmesuradas realizadas en la ciudad por la empresa de servicios comunales y sobre el estado calamitoso de construcciones emblemáticas del patrimonio arquitectónico y cultural guantanamero, como el otrora mercado municipal, el palacio Salcines y la casa natal del poeta Regino E. Boti. Desde hace más de diez años las autoridades de la provincia prometieron reestablecerlas, pero todavía no lo han hecho.
De la contaminación ambiental de importantes ambientes naturales no escapa la provincia más oriental de Cuba. Un problema de larga data es la salinidad de los suelos, provocado en gran parte por la acción humana. A ello se unen la deforestación y la contaminación ambiental, de la que no escapan los ríos.
Ubicada en un valle “entre el mar y la montaña”, como escribió el poeta Regino E. Boti, Guantánamo es un vocablo aborigen que significa “tierra entre ríos”. Pero, si nos atenemos a los efectos de la acción humana sobre ellos, es muy posible que dentro de diez años la capital más oriental de Cuba solo tenga ríos en el recuerdo.
Los cuatro ríos de Guantánamo
El valle donde está asentada la ciudad está surcado por los ríos Guantánamo, Jaibo, Bano y Guaso. De ellos el más caudaloso e identificado con la ciudad es el último. De hecho, la también conocida “Villa del Guaso” fue llamada en el siglo XIX “Santa Catalina del Saltadero del Guaso”. Algunos historiadores afirman que en esos tiempos ese era un río navegable desde la bahía hasta una zona actualmente ubicada en un céntrico lugar de la ciudad.
Este río nace en un lugar nombrado “La ninfa” y luego se une con el río Bano en un lugar conocido como Confluentes. Desde allí ambos van hacia la bahía.
El Jaibo-actualmente parece un arroyito-atraviesa la parte oeste del valle.
Por su parte, el río Guantánamo nace en las montañas de Santiago de Cuba y sus aguas eran recogidas hasta hace muy poco por la presa “La Yaya”.
Las revelaciones de un guantanamero especialista del CITMA
CubaNet tuvo acceso a un especialista guantanamero que labora en el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), órgano encargado de dirigir, controlar y ejecutar la política del Estado y del gobierno en la actividad científica y tecnológica, la política ambiental y el uso pacífico de la energía nuclear.
El científico accedió a darnos su opinión sobre el tema siempre y cuando preserváramos su identidad, por temor a represalias.
Visiblemente consternado, el especialista, quien tiene más de dos décadas de trabajo en el CITMA, afirmó que ninguno de los ríos guantanameros escapa a la acción negativa de las entidades estatales, entre las que mencionó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el Combinado Cárnico de Guantánamo, la fábrica de jabones, el central Argeo Martínez y otras pequeñas empresas situadas cerca de esos ríos.
Según sus palabras, estas entidades envían sus aguas residuales y desechos sólidos a esos ríos. A ello se suman las aguas albañales de toda la ciudad, incluidas las del hospital provincial Dr. Agosthino Neto, con gran contenido de sustancias químicas.
Con respecto al río Guaso expresó: “Este río presenta niveles de contaminación alarmantes, muy por encima de los permisibles a nivel internacional. Está sobresaturado de contaminación y este no es un fenómeno aislado, pues hoy toda la cuenca hidrográfica de Guantánamo está gravemente perjudicada por la contaminación. Han surgido de forma desorganizada comunidades que carecen de infraestructura para tratar sus aguas residuales. La solución de las autoridades guantanameras ha sido instalar tuberías para que esos desechos vayan directamente hacia los ríos de la ciudad. Aunque no puede afirmarse que el nivel de contaminación de los ríos Jaibo y Bano son similares al existente en el Guaso, si es muy preocupante, a tal punto de que en algunas partes esos ríos se han estancado, como en la zona de la antigua Sociedad Patriótica Militar (SEPMI), donde hoy solo hay una laguna putrefacta”.
El especialista también afirmó que “la deforestación y la degradación de los suelos, causadas principalmente por empresas estatales, inciden negativamente en la cuenca hidrográfica del valle, pero también en otros ríos de la provincia como el Yateras y el Toa, este último uno de los más caudalosos del país”.
Interrogado sobre el papel que las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) han tenido en este fenómeno expresó: “Muchos guantanameros creen que la presa ´La Yaya´ ha perdido su capacidad de embalse debido al cambio climático, pero lo cierto es que la reducción del líquido embalsado en ella se debe a que esa presa se alimenta de afluentes ubicados en la Sierra de Canastas, en la provincia de Santiago de Cuba, y los militares de esa provincia decidieron represarlos para su beneficio. Ahora, el acopio de agua de esta presa depende de ellos. Esto, combinado con la prolongación de las sequías, ha provocado que este embalse, que antes era uno de los más grandes del país, ahora sea el que menos agua acumula en toda la provincia”.
Acerca de un proyecto relacionado con el asunto abordado por CubaNet, el especialista afirmó: “Hay un proyecto que consiste en hacer una laguna de oxidación para tratar todas las aguas residuales de la ciudad y luego reenviarlas hacia el río Guaso y la bahía, la cual también está sufriendo profundamente el impacto contaminante mencionado, potenciado por el hecho de que las FAR construyeron la llamada ´pasarela´, una malla de alambre que divide la bahía en dos para impedir la fuga de los cubanos hacia la base naval estadounidense. Esta malla provoca la adherencia de desechos y moluscos que impiden el flujo natural de la corriente en la bahía, algo letal para el ecosistema marino”.
Visiblemente molesto, el especialista concluyó afirmando: “Este proyecto fue concebido hace más de 15 años, pero no se aprecia ninguna voluntad gubernamental para iniciarlo. Ojalá que cuando se decidan a ejecutarlo no sea demasiado tarde”.
No es la primera vez que CubaNet aborda el tema expuesto en el titular de este fotorreportaje, algo que puede corroborarse visitando sus archivos. Ojalá que sea la última y que las autoridades cumplan con su propia Constitución.
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