MIAMI, Estados Unidos. – Este lunes, el régimen cubano revocó el “beneficio” de “limitación de libertad” concedido al líder opositor José Daniel Ferrer, por el cual cumplía una condena de cuatro años y seis meses en su hogar, y ordenó que extinga el resto de la sanción en un centro penitenciario.
De acuerdo con el “Auto de revocación de la sanción subsidiaria de limitación de libertad” entregado a familiares de Ferrer por la Fiscalía Provincial de Santiago de Cuba, se revoca la medida impuesta contra el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en la causa 12 de 2020.
El Tribunal justifica que Ferrer “ha mantenido una actitud contraria a los requisitos que debe cumplir, al no encontrarse incorporado al trabajo y ha asumido en varias oportunidades comportamientos incorrectos y desafiantes a la autoridad en el ejercicio a sus funciones, además de que actualmente se encuentra procesado en el expediente de fase preparatoria número 128 de 2021 seguido por el presunto delito de desórdenes públicos y con medida cautelar de prisión provisional”.
La activista Nelva Ortega aseguró que la nueva medida impuesta contra su esposo tiene como objetivo mantener a Ferrer fuera de las calles.
“La dictadura está tan frágil que hasta una sola persona pacífica y de principios y valores democráticos que se expresa libremente puede representar un peligro real para su subsistencia. Como consecuencia, con esta revocación penden sobre mi esposo cuatro años y dos semanas que le restan por cumplir de la farsa judicial del año 2020, y que el régimen pretende que cumpla en prisión”.
Ferrer fue condenado el 26 de febrero de 2020 a cuatro años y seis meses de prisión por los supuestos delitos de “lesiones” y “privación de libertad” de terceros. Tras la campaña internacional por su liberación, el régimen cubano conmutó su condena por la medida de “limitación de libertad”, que le permitía cumplir el resto de la sanción en su hogar.
El opositor Carlos Amel Oliva, integrante de la UNPACU y promotor de Cuba Decide, apuntó que “esta nueva arbitrariedad” contra Ferrer es también una consecuencia de las históricas manifestaciones que sacudieron a la Isla el pasado 11 de julio.
“Se trata del momento más delicado que ha atravesado la dictadura en las últimas décadas y no vacilaron en sacar de las calles a uno de sus más activos opositores. Revocar ahora una sanción por un delito fabricado que fue rechazada hace más de un año por la comunidad internacional y que José Daniel Ferrer se negó a cumplir desde el primer día que le fue impuesta evidencia que es únicamente un caso de represión política”, dijo Oliva a CubaNet.
Además, el activista exiliado en Miami cree que la reclusión del líder de la UNPACU “puede obedecer a la estrategia del régimen de encarcelar a opositores con altos perfiles mediáticos, previendo un posible diálogo con la actual Administración de Estados Unidos y el uso de su presunta liberación como un supuesto gesto de buena voluntad”.
José Daniel Ferrer, que también funge como presidente del Partido del Pueblo (PDP) y del Consejo para la Transición Democrática en Cuba, fue detenido el 11 de julio pasado por varios agentes del Ministerio del Interior (MININT) a pocos metros de su vivienda.
El opositor se dirigía al Parque Céspedes para sumarse a las protestas que comenzaron en la ciudad de San Antonio de los Baños y se extendieron por todo el país, incluyendo Santiago de Cuba.
Desde su detención, las autoridades santiagueras no han ofrecido información precisa sobre la ubicación de Ferrer ni sobre su situación de salud. Además, han mantenido incomunicado al líder opositor.
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