LA HABANA, Cuba.- Es un sábado movido en Indalla, un asentamiento ilegal en el municipio Marianao donde conviven al menos medio centenar de familias. Allí reside la familia cubana compuesta por Livan Gómez Rodríguez y Jessica Caballero Valdés, quienes llevan un poco más de veinticinco años esperando por una solución a su delicada situación de vivienda, prometida por las autoridades.
Con una sonrisa esperanzada reciben a estos reporteros, confían en la prensa independiente para hacer pública su historia y que el gobierno consume la promesa incumplida.
La pequeña casa de madera de esta familia cubana, construida por ellos mismos en los márgenes del río Quibú, ya muestra signos visibles de un notable deterioro, pues ya han transcurrido más de 25 años desde su construcción. Ahora está a punto de desplomarse.
“El gobierno me ha demostrado que no le interesamos como seres humanos. Recientemente hablamos nuevamente con el delegado, que se llama Reynaldo Romero, le volvimos a explicar lo que ya él está cansado de ver, que esto se está cayendo, y sabiendo él que mi mujer está embrazada lo único que dice es lo mismo que dicen en todas las asambleas, vamos a elevarlo, pero elevarlo a donde, al cosmos”, preguntó Livan
Según contó Livan a CubaNet, el propio Reynaldo Romero le explicó que pronto serían entregadas ocho nuevas viviendas, pero que él no estaba incluido en este otorgamiento, que quizás podría incluirlo en la entrega siguiente, sin definir fecha alguna ni ofrecerle seguridad al respecto.
“No les importa que mi señora esté embarazada y que aquí no vayamos a poder vivir con nuestro niño; cuando se lo hemos planteado lo que nos ha dicho es que nos alquilemos antes de que la casa nos caiga encima. Pero con qué dinero nos vamos a alquilar, si el alquiler que menos vale cuesta como 80 dólares mensuales, de dónde saco ese dinero”, insistió.
Livan añadió que las autoridades en más de una ocasión le han insistido qué, como buen revolucionario, debe esperar y resistir, porque según le explicaron 25 años de espera no es nada para un revolucionario.
“Por qué ellos no hacen lo mismo, pregunto, por qué no resisten ellos, por qué no esperan, por qué no soportan, deberían dar el ejemplo, si de verdad ellos son revolucionarios, si de verdad son sinceros, que dejen sus lujosas casas y que vivan como nosotros, con miedo a perder la vida, o no saber dónde vas a vivir, que pongan a vivir a sus hijos en estas condiciones, no como viven, viajando por el mundo y disfrutando de los lujos que no tiene el pueblo”, señaló.
Jessica, en tanto, destaca que teme dar a luz a su hijo, producto de las deplorables condiciones en que vive, y agrega que su mayor temor es que por esta causa fallezca su bebé.
“Yo tengo miedo de que mi hijo se me muera aquí, porque además de que esto está a punto de caerse, la frialdad que entra aquí es mucha, llueve y nos mojamos, a eso súmale que cuando crece el río lo perdemos todo. No sé qué va a ser de nosotros”, lamentó.
La vivienda de esta familia cubana se encuentra ubicada en los márgenes del río Quibú, y cuando hay crecida de su caudal, producido por las lluvias, el mismo penetra en su vivienda y arrasa con todo lo que encuentra a su paso.
“El río ha ido socavando los cimientos, es decir que en cualquier momento la casa se cae. Todo es una falsedad, todo lo que nos dicen es mentira, entonces qué hay para nosotros, qué es lo que puede esperar este pueblo de su gobierno si no hay opciones para nosotros”.
Si tienes familiares en Cuba comparte con ellos el siguiente link (descargar Psiphon), el VPN a través del cual tendrán acceso a toda la información de CubaNet. También puedes suscribirte a nuestro Boletín dando click aquí.