MIAMI, Estados Unidos. – En el presente, Cuba cuenta con los servicios de unas siete navieras y una veintena de agencias de servicios transitarios registradas en Panamá, algunas de ellas desde finales de los años 90, pero el grueso de las existentes nacieron al compás de los primeros pasos del deshielo, al igual que los más importantes negocios de envíos hacia Cuba.
Cuballama, una de las principales agencias radicadas en Florida, con contrato exclusivo con la única naviera que entrega a Cuba desde Estados Unidos, garantiza en sus anuncios la entrega de paquetes en un máximo de 15 días.
Envío Paquetes, otra de las empresas, gestiona envíos a partir de las 12 libras y hasta contenedores enteros.
Tu Envío a Cuba/Apacargo Express, fundada en 2010 en Panamá y más tarde establecida en los Estados Unidos, es la que menos restricciones ofrece y la que con mayor rapidez actúa de acuerdo con las propias opiniones de clientes y administrativos. Además, se promocionan como el primer exportador de equipos médicos para Medicuba, sin emplear a terceros países, al estar conectada con Transcargo, y con la Agencia Aduanal y Transitaria Palco.
Cuba Envía, por su parte, se ha especializado en el traslado de artículos grandes y mudanzas.
Caribe Express, fundada en 1995 y por tanto una de las más longevas, ofrece vuelos, paquetes turísticos, envío de remesas y artículos y cuenta con oficinas en Miami, Hialeah, Doral, Kendall, Tampa y New Jersey.
Tocororo Travel, se anuncia como líder en la asesoría en viajes a la isla, trámites migratorios y envíos a Cuba de partes de autos y motores, llantas, maquinarias con motor eléctrico incorporado, motos eléctricas, aunque sus envíos tardan entre 45 y 120 días, a pesar de tener licencia de las cubanas Transcargo y Palco, en igualdad de condiciones que Apacargo Express cuyos paquetes suelen demorar a lo sumo 20 días en alcanzar su destino final.
Mayabe Express, también de Florida, solo tiene limitaciones de armas de fuego y software de computadoras por el departamento de comercio de los Estados Unidos.
Finalmente, Crowley es la única compañía que ofrece, con un solo punto de contacto, “servicio de paquetería puerta a puerta desde los Estados Unidos hasta la República de Cuba”, según consta en la presentación de su página web, donde también se dice que incluye “servicio de recolección a domicilio, almacenaje, transporte de contenedor, trámites aduanales y entrega a domicilio, con tiempos de tránsito marítimo de hasta solo 16 horas desde el sur de la Florida hasta Cuba”.
¿Por qué unas pueden y otras no? El misterio cubano
Si por una parte sorprende la agilidad en la aprobación de las operaciones de estas y otras pequeñas empresas por la parte cubana y también por la norteamericana, por otra resulta interesante la dilación del inicio de los servicios de mensajería para Cuba de transnacionales como UPS, FEDEX, así como las limitaciones y el alcance de DHL dentro de la isla, a pesar de garantizar estas una mejor manipulación de las cargas y una disminución de los periodos desde el despacho de origen hasta el destino final.
“La explicación pudiera estar en la pérdida financiera que esto representaría incluso para el propio gobierno cubano, que se beneficia directa e indirectamente con los negocios de envíos a Cuba (desde el sur de la Florida)”, supone un empleado de una de las empresas que opera en Hialeah.
Su criterio concuerda con los de varias personas vinculadas al negocio de paquetería desde Miami y que incluso usan otras vías no reconocidas y hasta perseguidas por la Aduana General de Cuba.
Incluso para estos, primero dejarían de existir aquellas que tienen la aprobación de la OFAC antes que quienes operan de modo ilegal.
“Los negocios legales cobran entre 2 y 12 dólares la libra, si FEDEX o UPS comienzan a meterse en Cuba al mismo nivel que Cuballama y Tu envío a Cuba, muchas tendrán que cerrar. Pero no todos los cubanos en Miami pueden pagar ese precio y siempre buscarán alternativas como la de pagarle a alguien porque lleve un paquete como parte del equipaje, claro, hay límites y ya para mandar un split o un generador habrá que morir con quien puede hacerlo de manera legal”, dice un cubano residente en los Estados Unidos que suele vender las libras de equipaje personal permitidas por la aerolínea que usa para viajar a Cuba.
La prosperidad del negocio de paquetería ha obligado a las autoridades cubanas a mantener el control exclusivo eliminando la competencia, así, recientemente, en junio de 2018, la aduana de Cuba identificó 29 agencias radicadas en Estados Unidos las cuales operaban de manera “no autorizada” por el gobierno cubano en el envío de artículos para terceros a la isla, mediante viajeros que aceptaban traerlos a cambio de pago o compensación.
Además, en enero de 2017 FEDEX, que venía negociando con el gobierno cubano la apertura de una oficina en La Habana, “inesperadamente” postergó para una fecha no determinada sus proyectos de operar en Cuba, habiendo recibido aprobación de la Secretaría de Transporte de Estados Unidos y anunciado el comienzo para enero de ese mismo año, según declaraciones de Sharon Young, funcionaria del departamento de Relaciones públicas de la empresa que planeaba realizar cinco vuelos semanales desde Miami a Varadero, lo cual hizo temblar al conjunto de empresas charteadoras y de envío de paquetes a la isla y quizás a algunos funcionarios dentro de Cuba.
En realidad, poco se sabe sobre los verdaderos dueños de tales agencias y sobre la base de qué acuerdos con el gobierno cubano obtuvieron las licencias, ya que es conocido por quienes residen en los Estados Unidos y han pretendido abrir un negocio similar que cualquier mortal no puede abrir una agencia de paquetería hacia Cuba porque, como asegura la casi totalidad de los entrevistados al respecto, se necesitan contactos dentro de la isla, incluso para “saltarse” el sistema de puntos establecidos por la Aduana de Cuba para los ciudadanos residentes en el país que emiten equipaje no acompañado desde los Estados Unidos. Una restricción que sitúa en 1500 dólares el tope a la importación per capita anual.
“Hay empresas que se ríen de los puntos de la Aduana. ¿Cómo lo hacen? No sé, pero entran tornos, partes de camiones, motos por cantidad”, escribe un comentarista en un foro de Google donde otros clientes se quejan de los malos servicios de algunos negocios frente a la milagrosa eficiencia de otros, aun cuando todos están obligados a usar el mismo canal marítimo o aéreo autorizado por el gobierno estadounidense. Sin dudas, un verdadero acertijo por resolver.