LA HABANA, Cuba.- El asunto de los colaboradores cubanos en países con mejores condiciones económicas que el nuestro siempre me ha tenido intrigada.
Empiezo por acordarme de aquellos pronunciamientos de Fidel Castro que decían siempre lo mismo. Por ejemplo, el 26 de julio de 1960 dijo que “Los Andes serán la Sierra Maestra del Continente”, o aquel otro, el 12 de febrero de 1961, cuando expresó que promovería revoluciones anticapitalistas en América Latina.
En la clausura de la Conferencia Tricontinental, dijo que “en Latinoamérica habrá ayuda cubana para todos los guerrilleros”, y el 18 de mayo de 1967 el Comité Central del Partido Comunista de Cuba ratificó que “Cuba apoyará a los movimientos revolucionarios del mundo”.
De esa forma, pudiéramos dudar de las funciones que realizan los colaboradores cubanos, radicados en varios países, quienes, tal vez hoy con nuevos ropajes, representan a las guerrillas fracasadas.
Recordemos también que en los primeros meses del triunfo de Fidel Castro ocurrieron numerosas invasiones de revolucionarios cubanos en Panamá, Santo Domingo y otros países, y se enviaron armas en varias ocasiones a Venezuela para los que quisieran luchar contra el gobierno de Rómulo Betancourt.
En pocas palabras: el propósito de Fidel era meter sus narices en Latinoamérica para cubrirla de rojo.
Con el mismo propósito continúa Raúl y el elegido de éste para presidente de Cuba.
Pero hoy, el panorama económico de América Latina es otro y la situación de Cuba respecto a su estándar de vida empeora por día, además, mantiene malas relaciones con todos los gobiernos demócratas del continente y del mundo.
También sabemos que con elecciones libres y transparentes, y con partidos legalmente reconocidos, la democracia en esos más de treinta países latinoamericanos prosperó radicalmente: con excepción de Cuba, Venezuela y Bolivia.
Sobre Bolivia, donde recientemente se vio cómo el pueblo se cansó de Evo y de su socialismo a la cubana, el periódico Granma habló: del nuevo modelo económico de Morales, de su impulso al mercado interno, y el acceso a créditos para la industrialización, algo que ha permitido que la economía crezca un promedio de 5% anual y alcance un Producto Interno Bruto de 40.885 millones de dólares.
¿Quiere decir que los setecientos colaboradores cubanos ayudaron a Bolivia para que más de un millón salieran de la pobreza extrema?
Pero vayamos al punto, hoy en la mañana me he puesto a pensar que eso de “colaboradores” es puro cuento de caminos, porque de los comunistas siempre hay que desconfiar.
Por ejemplo, ¿qué sentido tiene que esos países de América Latina, con un estándar de vida mucho, muchísimo más alto que el de Cuba, necesiten colaboradores cubanos? ¿No sería más lógico pensar que Cuba necesita de colaboradores para que nos ayuden a salir de la miseria en la que vivimos los cubanos, con serios problemas en las escuelas, en el sector de la medicina, en la producción de alimentos, en la zafra azucarera y en el mismo gobierno, ellos que cuentan con diversos partidos políticos, con una democracia, mientras nosotros nos mantenemos con un solo partido, para colmo comunista durante más de medio siglo, mientras los líderes contrarios a esa ideología están en el exilio o en la cárcel?
Y una última pregunta: ¿por qué un país en ruinas tendría miles de colaboradores de la salud en más de 65 naciones?
Para que ayuden ¿a qué? El secreto de los colaboradores cubanos está más que claro.
Fuente:
Consumado golpe de estado en Bolivia, por Elson Concepción Pérez, Granma, 11 de noviembre, 2019
Cuba condena golpe de estado en Bolivia, Granma, primera página, 11 de noviembre de 2019
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