NUEVA YORK, Estados Unidos.- El día tan temido llegó. Los venezolanos lo recibieron bajo nuevas y contundentes amenazas de Nicolás Maduro, el ignorante mandatario que -apoyado física y logísticamente por el gobierno de Cuba- asegura a la población que no soltará el poder.
El día amaneció con fuertes insultos y amenazas del que se cree el hombre fuerte de Mirafores. Maduro envalentonado desde La Habana prometió en su última comparecencia ante las cámaras de televisión que perseguirá implacablemente a todos sus oponentes y los meterá a la cárcel gracias a la nueva constituyente.
“No quedará ni uno”, aseguró, dirigiéndose especialmente a los miembros de la Asamble Nacional. Maduro le pidió a sus seguidores acudir en masa a votar por la Constituyente que reescribirá la constitución de 1999, que irónicamente fue puesta en vigencia por Hugo Chávez.
La Constituyente es dictadura pura, que le dará a Maduro todos los poderes para convertirlo en un mostruo, peor de lo que es hoy en día.
Las amenazas contra los legisladores quedaron sonando en el aire: “El Hitler tiene su celda asegurada”, prometió el mandatario refiriéndose al líder de la oposición Freddy Guevara, uno de los incansables organizadores de las protestas.
El analista venezolano, Jesús Antonio Petit Da Costa, señala: “Creo que el error de diagnóstico en que ha incurrido la MUD-AN fue no ver en Cuba el enemigo, culpable de todos nuestros males y desgracias. La Habana ha usado sus títeres y lacayos, comenzando por Maduro. Esto explica el error que hubo en la estrategia electorera”.
Y agrega: “La oposición ha debido convertir la lucha por la democracia en un movimiento nacionalista que hiciera vibrar el sentimiento patriótico en el sentido correcto. Que se hubiera valido de todos los medios de lucha contra Cuba, sustituyendo el anacrónico anatema anti-imperialista contra Estados Unidos con el cual se expresa el despecho de los comunistas por su derrota mundial”.
Y termina diciendo “Nuestros males y desgracias terminarán cuando nos liberemos de Cuba para lo cual debemos salir de Maduro”. Mientras tanto hay temor por los resultados ya que existe una serie de trampas en el proceso que busca darle el triunfo a Maduro.
Según el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), el CNE está llevando a cabo la mencionada iniciativa a través de “un proceso que presenta numerosas irregularidades: eliminó del cronograma 14 auditorías previstas para generar confianza en el Sistema Automatizado de Votación, redujo el número de mesas electorales a casi la mitad, habilitó centros de contingencia que no aseguran el principio de ‘un elector, un voto’ y avaló unas Bases Comiciales excluyentes y discriminatorias, que no fueron sometidas a referendo consultivo”.
Eso sin contar con la sospecha que las máquinas de votación está adulteradas desde los años de Hugo Chávez en el poder, quien llevó a Venezuela al general cubano Ramiro Valdés para alterarlas, con el engaño que éste era experto e iba arreglar los problemas de energía que sufría en aquel entonces la nación bolivariana.
La oposición anuncia que han ocurrido tres nuevos asesinatos en lo que va del día.
“¿Quién nos puede salvar?”, comenta amargamente desde Caracas Mercedes, una ama de casa que salió hoy a protestar, pese a las intimidaciones del gobierno de Nicolás Maduro.