GUANTÁNAMO, Cuba.- Este 9 de septiembre se cumplen 70 años de la proclamación de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), fiel aliada del gobierno cubano y otro ejemplo nefasto de “socialismo”.
Terminada la II Guerra Mundial y derrotado el imperio japonés —ocupante de la península coreana después de la guerra que sostuvo con Rusia en 1905— el país fue dividido en dos partes. El norte fue ocupado por el ejército soviético y el sur por el norteamericano. Cuando la ONU convocó a la celebración de elecciones generales, Kim Il Sung, líder comunista del norte que había tenido una activa participación contra la ocupación japonesa, se negó a realizarlas. Como respuesta proclamó la creación de la RPDC el 9 de septiembre de 1948 y en 1950 atacó la parte sur de la península, lo que originó la guerra de Corea, que terminó en 1953 con la firma de un armisticio.
Oficialmente Corea del Sur y la RPDC están en guerra pues no han firmado un tratado de paz, aunque se espera que esa situación cambie radicalmente debido a los acercamientos y pronunciamientos públicos de los principales dirigentes de ambos países.
Peculiaridades del “socialismo” coreano
Desde hace muchos años la RPDC se distanció del movimiento socialista mundial. Su posición fue semejante a la que adoptó Albania, un proceso acentuado a partir de 1972 cuando se introdujo en la Constitución coreana la ideología “juche”, que según el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (PTC) es una interpretación creativa del marxismo leninismo. Creo que si algún “mérito” tiene esa doctrina es haber creado la primera monarquía constitucional “socialista”.
El culto a la personalidad es otra característica de ese país donde se considera a Kim Il Sung como el Presidente Eterno, cuya vida y obra son objeto de estudio obligatorio en las escuelas. Su hijo y sucesor en el trono —Kim Jong Il— es el “Secretario General Eterno”, y el actual “kimcito”, el monarca Kim Jong Un, es el “Líder Supremo”.
Kim Jong Il estableció la política de priorizar lo militar. Mediante ella las fuerzas armadas norcoreanas se fortalecieron y están consideradas actualmente el cuarto ejército más grande del mundo pues cuenta con 1.21 millones de soldados, sólo detrás de China, EEUU e India. Parte esencial de esa política ha sido el desarrollo de la capacidad nuclear ofensiva del país, algo que ha tenido serias consecuencias para la paz mundial y la economía doméstica, pues entre 1995 y 1998 el país sufrió una hambruna que provocó la muerte de entre 600 000 y 3 000 000 de coreanos.
La dinastía Kim ha ejercido un control absoluto sobre el derecho de viaje de los nacionales y extranjeros, por lo que se considera a la RPDC uno de los países más cerrados del mundo.
La detonación de su primera bomba de hidrógeno el 6 de enero del 2016 provocó la inmediata condena de la ONU y numerosas tensiones políticas con otros países de la región, entre ellos China, su principal aliado.
El 4 de julio del 2017 las tensiones políticas volvieron a elevarse debido a que la RPDC disparó con éxito el misil intercontinental Hwasong-14. Sin embargo la cumbre realizada entre el presidente sudcoreano Moon Jae In y Kim Jong Un el pasado 27 de abril del 2018 y el posterior encuentro de este último con Donald Trump han dejado una huella esperanzadora en la comunidad mundial.
En cuanto a su historial en materia de derechos humanos a la RPDC se le acusa de aplicar sistemáticamente la tortura, la pena de muerte, de detener y encarcelar arbitrariamente a sus ciudadanos y de violar sistemáticamente derechos humanos elementales. Amnistía Internacional, una organización que vela por el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo considera que alrededor de 200 000 prisioneros permanecen en seis grandes prisiones donde son obligados a trabajar en condiciones semejantes a la esclavitud.
Relaciones Cuba-RPDC
El 29 de agosto de 1960 Cuba y la RPDC iniciaron sus relaciones diplomáticas. Ese mismo año Ernesto Guevara visitó el país y expresó que era el modelo a seguir por Cuba.
En 1986 Fidel Castro visitó la RPDC y se encontró con Kim Il Sun, una visita que contribuyó a un mayor acercamiento entre ambas dictaduras.
Una de las expresiones más demostrativas de la estrecha relación cubano-coreana fue el tráfico ilegal de armas cubanas que con destino a esa nación fue descubierto en el canal de Panamá en el 2013, en franca violación de lo dispuesto por la ONU, un suceso al que la prensa “objetiva y revolucionaria cubana” jamás le dio seguimiento y terminó condenando al olvido.
En el 2015 el entonces vicepresidente Miguel Díaz Canel Bermúdez visitó la RPDC en ocasión de celebrarse el 55 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El 6 de julio de este año Raúl Castro Ruz, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, recibió en la Habana a Ri Su Yong, vicepresidente del PTC , quien le entregó un mensaje de Kim Jong Un, cuyo contenido no fue revelado en el comunicado oficial.
El pasado mes de agosto visitó La Habana Choe Ryong Mae, vicepresidente del Comité de Estado de la RPDC, miembro delComité del Presidium del Buró Político del PTC y vicepresidente del Comité Central del PTC, quien llegó como enviado especial de Kim Jong Un y fue recibido por Salvador Valdés Mesa, vice presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y por el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez.
Tales visitas han provocado muchas elucubraciones. Por estos días se halla de visita en la RPDC el señor Salvador Valdés Mesa para participar en las celebraciones por el 70 aniversario dela RPDC.
Un país tan desacreditado como la RPDC es uno de los aliados más cercanos del gobierno cubano. Un país que no es república, ni popular ni democrático y que representa lo más oscuro de las peores fuerzas políticas en el mundo. Como dice certeramente un refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.