LA HABANA, Cuba. – “Después de que me he sacrificado tanto aquí me quieren desalojar, pero me van a tener que sacar muerto”, anuncia Vicente Pérez Rojas, un habanero desplazado tras el desplome del edificio donde residía, en julio de 2019. Ahora las autoridades de la Dirección Municipal de la Vivienda de Habana Vieja ―dice― amenazan con desalojarlo del inmueble que ocupa desde hace poco más de un año.
En septiembre de 2019, después de tener que residir en la calle durante meses porque las autoridades se rehusaron a ofrecerle algún sitio donde vivir, Pérez Rojas y varios de sus vecinos se introdujeron de manera ilegal en un antiguo local de la Dirección Municipal de la Vivienda, ubicado en la calle Habana No. 208. El local estaba abandonado y había sido clausurado años atrás.
“En ese momento todos fuimos desalojados. Después, como no les quedó más remedio porque estuvimos plantados en los portales de la calle Monte, y ante la cercanía de la celebración por los 500 años de La Habana, nos trajeron de nuevo hacia acá, claro, esta vez fue de manera legal”, puntualizó Pérez Rojas.
En ese sentido, describe, debieron hacer una limpieza general con sus propios esfuerzos en el mencionado inmueble para poder residir en él. Luego, tuvieron que convertir aquel complejo de oficinas en cuartos de residencia familiar.
“Esto estuvo cerrado alrededor de 11 años. Aquí recogimos como 10 sacos de dictámenes técnicos que habían sido emitidos por la Dirección Municipal de Vivienda. Los papeles reflejaban el peligro inminente que presentan la mayoría de los edificios de La Habana Vieja por posibles desplomes”.
“Entre esos estaba el del edificio de la calle Cuba entre Luz y Acosta, donde precisamente falleció una mujer por causa de ese derrumbe”, lamentó.
CubaNet pudo corroborar en los mencionados documentos que el primer dictamen técnico de ese edificio fue emitido por las autoridades de Vivienda en 1987, cuando ya quedaba claro que sus residentes estaban en peligro por un posible desplome. Sin embargo, el riesgo fue desestimado por las autoridades, que no hicieron nada al respecto.
Con el paso de los años, el inmueble fue deteriorándose aún más. En septiembre de este año, una persona falleció debido al colapso de parte de su estructura. En el siniestro, además, varias familias quedaron sin viviendas.
Según Pérez Rojas, este fue el detonante para que las autoridades de Vivienda, presionadas por el Partido Comunista, emitieran una orden de desalojo en su contra. De acuerdo con la Dirección Municipal de Vivienda, él tiene que salir del cuarto que acondicionó tras el desplome de su propio edificio, para dar paso a los desplazados de la calle Cuba.
“A mí me quieren desalojar porque Vivienda se comprometió con el Partido a resolverles la situación a esas personas (…). Claro, como hubo un muerto necesitaban que todo estuviera tranquilo. Entonces, vienen y al único que dejan en la calle es a mí, bajo la excusa de que yo soy solo, pero no entienden que yo también soy damnificado”.
“Yo que me he sacrificado tanto aquí… Las brigadas que están reparando esto están trabajando con mis herramientas porque ellos no tienen nada, el Gobierno no les da nada para trabajar”, enfatizó.
Entretanto, Pérez Rojas señala que antes de que comenzaran las reparaciones estatales ofreció su dinero para construir un baño colectivo en el lugar, además de otros arreglos indispensables.
“¿Dónde están los derechos humanos de (los) que tanto hablan, dónde quedan mis derechos a una vivienda digna, ese derecho del que tanto habla el presidente por la televisión, si a mí el propio Gobierno me quiere dejar en la calle?”, se pregunta.
“Aquí no ha venido nadie a medir, a ver como es la distribución de los apartamentos. Simplemente dijeron: ‘Te sacamos a ti porque hacen falta dos apartamentos; esas gentes tuvieron un muerto y hay que resolverles para que no hablen’. Yo tengo menos derechos porque en el derrumbe del que yo vengo no hubo un muerto”, sentenció.
En julio de 2019, Pérez Rojas junto a otras seis familias se plantó en los bajos del edificio. 57, en la calle Monte, para denunciar la falta de sensibilidad por parte de las autoridades cubanas. “No les importa si morimos o no”, dijo el habanero en esa ocasión.
CubaNet intentó obtener declaraciones de la Dirección Municipal de la Vivienda pero los funcionarios de esa entidad se negaron a ofrecer explicaciones al respecto bajo la excusa de que no hablan con la prensa “contrarrevolucionaria” e, incluso, amenazaron con llamar a la Policía.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.