MIAMI, Estados Unidos. – Una madre habanera denunció esta semana que “la negligencia” de los médicos conllevó al fallecimiento de su bebé de dos meses. “Ya se murió y yo sé que no me la van a devolver, pero alguien tiene que pagar tanta irresponsabilidad”, pidió la cuabna Elisanet Sánchez Rosabal.
El 30 de septiembre, la mujer se dirigió al policlínico Mártires de Calabazar con su hija Emmilianet Álvarez Sánchez, de dos meses, porque le correspondía vacunarse. Pero antes, pasó por el consultorio a recoger su historia clínica.
“Mi niña vomitó y le pedí al médico de allí, llamado Enmanuel, que la revisara y me dijo que no, que si acaso lo haría cuando regresara de vacunarla”, declaró Sánchez Rosabal.
Sin embargo, en el policlínico los médicos del cuerpo de guardia decidieron no vacunar a la pequeña a causa del vómito. También recomendaron a la madre de Emmilianet regresar a su hogar.
“Cuando llegué a casa de mi mamá la niña se me había puesto moradita y me fui rápido para el policlínico, para que me la auxiliaran porque vivo lejos del hospital. Allí los médicos llamaban una y otra vez a la ambulancia y nadie respondía”.
Días antes, la bebé había sido diagnosticada con una supuesta otitis. Su médico le había recetado dipirona y cefalexina, dos medicamentos en falta en Cuba.
Según contó la madre, debido a tanta demora en el policlínico buscó y encontró en la calle un auto para trasladar a su hija. Ya dentro del vehículo los médicos se negaron al traslado, alegando que de esa forma no llegaría con vida. Una hora y media demoró la ambulancia en presentarse y sin los equipos básicos como monitor de signos vitales y ventilador mecánico.
“En el policlínico no tenían equipos para dar primeros auxilios a mi niñita, ni la ambulancia tampoco. Ella podía haberse salvado, (pero) me la dejaron morir”, lamenta la madre cubana.
Otro de los motivos por los que la familia alega que no existía “el interés” de evitar una fatalidad se basa en la lentitud con la que el conductor de la ambulancia se dirigió hacia el hospital infantil William Soler.
“Ni siquiera puso la sirena. Yo le decía se me está muriendo mi hija y nada, no me respondía nada”, lamentó.
Al llegar al hospital y antes de bajarse del vehículo, la auxiliar de la doctora que también viajó durante el traslado, le pidió a la abuela de la bebé, Juana Rosabal, que le ayudara a colocarle a la pequeña una bombita de oxígeno que tenían guardada.
“Mi nieta llegó muerta al hospital y ellos lo sabían, pero estaban fingiendo para que se encargaran los otros médicos. Estaba muerta, y no la salvaron”.
Los familiares de la bebé fallecida también acusan de mala praxis a Enmanuel, el médico del consultorio número 12, de Calabazar.
“No la atendía, no la medía; la pesábamos nosotras en la bodega. Me hablaba desde la puerta, a veces, y decía que él también tenía una hija de seis meses que necesitaba atención. Le hablé varias veces de la fatiga y los vómitos y me decía que era normal. Ha pasado una semana y no ha venido a darnos ni el pésame”, aseguró Sánchez Rosabal.
Según el certificado de defunción entregado en el centro hospitalario William Soler, se trata de una muerte súbita. Hasta el momento, pese a las quejas que presentaron la abuela y madre de la pequeña, no se han tomado medidas con ninguno de los médicos involucrados.
Sin embargo, el subdirector del policlínico a donde primeramente se dirigió la familia, aseguró que el Ministerio de Salud Pública había determinado que, por los errores cometidos, tanto Enmanuel como la doctora del policlínico, serían separados de su puesto de trabajo.
“Ya, esa es la forma de pagar ese crimen que cometieron con mi nieta. Y ni eso, porque ambos siguen muy campantes trabajando, sin mencionar que Enmanuel fue enviado a trabajar a ese consultorio precisamente por estar sancionado”, aseguró Juana.
“¿Somos una potencia médica? Será para otro lugar, no para nosotros los pobres que estamos comiendo tierra aquí. No va a regresar, pero vamos a ir a donde sea a hacer justicia porque el dolor es mío y de su madre”, expresó la abuela.
El procedimiento para tratar a un bebé de esa edad y con esta sintomatología es ingreso inmediato, aun más si los vómitos eran recurrentes, dijo a CubaNet el doctor Roberto Serrano Deliz.
“Las ambulancias de soporte vital deben tener oxígeno, pero desafortunadamente en Cuba casi ninguna tiene. Los niños deben ser tratados únicamente en los hospitales, sobre todo cuando presentan un cuadro de falta de aire, porque los bebés de esa edad no pueden recibir el oxígeno directamente de un balón, sino que generalmente los ponen dentro de una bolsa o cámara de oxígeno que en el país no están disponibles en los niveles primarios o secundarios de salud, que son los consultorios o policlínicos, solo hay en los hospitales”, agregó Serrano.
Episodios lamentables cada día son denunciados de forma más frecuente en las redes sociales. Recientemente, Yaima Caballero, la madre de Paloma Domínguez Caballero reclamó justicia para su bebé.
Paloma, de 12 meses de nacida, falleció el 9 de octubre a causa de la vacuna triple viral PRS. Un año después su caso no se ha resuelto, y las autoridades continúan dando largas al juicio contra la supuesta culpable.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.