GUANTÁNAMO, Cuba. – El proceso de consulta popular sobre el Proyecto de Constitución en la provincia de Guantánamo concluyó el pasado 8 de noviembre, según informó en la tarde de este martes 13 de noviembre el programa “Guantánamo TVe” del telecentro “Solvisión”.
El espacio, conducido por la periodista Yohana Cervera, contó con la participación de Marisol Tito, jefa de la Comisión Temporal de Procesamiento de la Consulta; Pilar Rivera, jefa del Centro de Procesamiento Provincial de la Consulta; Tomás Sourt, presidente de la Comisión Electoral Provincial y Alexei Berenguer, vicepresidente del Comité Provincial de la Unión de Juristas de Cuba (UNJC). Todos coincidieron en que el proceso de consulta realizado en la provincia fue positivo y en que el pueblo guantanamero dará otro “Sí por Cuba” cuando acuda a votar por la nueva Constitución.
Según Marisol Tito, se programaron 6 320 reuniones pero se hicieron 70 más para que algunas de las comunidades y centros laborales excluidos de la programación original de las consultas pudieran expresar sus opiniones.
Asimismo, la funcionaria aseguró que desde el pasado 13 de agosto, fecha de inicio del proceso, hasta su culminación, participaron más de 400 000 guantanameros, aunque no ofreció cifras sobre el por ciento de asistencia de los ciudadanos sino que se limitó a afirmar que Guantánamo, Baracoa y El Salvador fueron los municipios más destacados y que se recibieron más de 44 000 propuestas, de las cuales 41 000 fueron modificaciones.
Los artículos y párrafos más debatidos
Luego de que el programa “Hacemos Cuba”, transmitido recientemente por la televisión nacional, informara sobre los artículos y párrafos más debatidos, todo parece indicar que se ha trazado la línea de la homogeneidad informativa para el país, pues esos mismos artículos y párrafos -¡vaya coincidencia!- han sido también los más debatidos por los guantanameros, tal y como informó Pilar Rivera.
En ese sentido, los textos más abordados fueron el párrafo 119 (artículo 31) que trata sobre la concepción del trabajo -que algunos guantanameros, según los videos transmitidos por el programa, proponen que sea obligatorio, desconociendo la incapacidad del Estado para satisfacer esa exigencia-; el párrafo 192 (artículo 68) sobre el matrimonio igualitario y los párrafos 401 y 403, sobre la elección del Presidente de la República y el límite de su mandato.
De igual forma, Rivera aseguró que el pueblo guantanamero tiene que estar convencido de que todas las propuestas han sido remitidas a la Comisión Nacional de Procesamiento de la Consulta y “que todas van a ser tenidas en cuenta”.
Detrás de las promesas oficialistas
Más importante que las cifras es informar a los ciudadanos que participaron en el debate sobre lo que va a ocurrir con sus propuestas, cómo sabrán que realmente fue valorada o que no fue aceptada en caso de que así ocurra. Esos ciudadanos deben tener el derecho de saber qué elementos se tuvieron en cuenta para desestimarla. Si así ocurre, algo que ni siquiera el mismísimo Secretario del Consejo de Estado, señor Homero Acosta, fue capaz de ilustrar en el programa “Hacemos Cuba”, en el que participó recientemente.
Si el proceso no llega a funcionar de forma transparente en cuanto a esos aspectos no tendrá rigor alguno y quedará dañada, a priori, la credibilidad de los resultados de los subsiguientes procesos de consulta sobre las leyes complementarias que habrá que elaborar para que la nueva Constitución que se propone no se convierta en letra muerta, como ha ocurrido con la de 1976, violada sistemáticamente con la complicidad del Partido Comunista y la Fiscalía General de la República, los primeros que deben defenderla.
Sin dudas, se trata de uno de los aspectos más ambiguos del proceso de consulta, mucho más teniendo en cuenta la rapidez con que se ha realizado y el poco tiempo que falta para la redacción final de la Carta Magna, su impresión y divulgación antes del referendo.
Yo, que planteé ante mis vecinos, oralmente y por escrito, que el proyecto castrista debería ser eliminado y sustituido por la Constitución de 1940 -traicionada por los mismos que se levantaron en armas contra Batista para restablecerla y que ahora intentan endulzarnos los oídos diciendo que Cuba es un Estado socialista de derecho-, tengo todo el derecho a creer, debido a casi sesenta años de violaciones a la institucionalidad y prácticas aviesas, que mi propuesta no va a recibir ninguna atención ni respuesta y que lo mismo ocurrirá con quienes se oponen a la coronación del partido comunista cubano como fuerza única y superior de la sociedad e hicieron propuestas tendentes a eliminar los párrafos 34 (artículo 3) y 38 (artículo 5) con el objetivo de que todos los cubanos tengamos iguales derechos políticos y que estos no sean un privilegio único de los comunistas.
Al final del programa la señora Marisol Tito dijo a la periodista Yohana Cervera que aún no se sabía la fecha del referendo, un gazapo político inadmisible debido al cargo que ocupa esa ciudadana dentro del proceso de consulta provincial, ya que la fecha del referendo es el 24 de febrero de 2019.
Sabemos que si ese día no hay observadores internacionales, los resultados que se publiquen oficialmente serán tan inciertos como la voluntad política del castrismo de hacer cumplir los mutilados derechos de la antidemocrática Constitución que nos propone. Si no hay observadores internacionales, los verdaderos resultados sólo los conocerán un reducido grupito de comunistas, como ocurre con las desacreditadas votaciones del Poder Popular.
Toda esta alharaca triunfalista, que ya comienza a ser notoria en los medios oficialistas, indica lo que desde hace rato se avizoraba: estamos en presencia de otra puesta en escena del castrismo.