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Cubanos piden poner fin al MPP ante emergencia humanitaria de coronavirus

CIUDAD JUÁREZ, Cuba.- Arrancó una hoja de papel y con un lapicero escribió: “Auxilio. COVID-19. Fin del MPP”. Sus tres niños asmáticos de 16, 11 y 7 años suscribieron el mismo grito. El año de espera en México, tras su solicitud de asilo político en Estados Unidos ha comenzado a mermarles la salud. El mayor de sus hijos, con menos cabello por el estrés, y la más pequeña, con principios de neumonía, se resguardan en el nasobuco que ella les confeccionó.

Hace tres semanas perdió su empleo en un puesto de pollos por la cuarentena obligada. Pensó que había llegado al límite cuando tomó su celular y grabó lo que sentía.

Así comenzaba la campaña de los migrantes para pedir el fin del Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) a causa de la crisis humanitaria provocada por el nuevo coronavirus. Sindy Peralta Torres utilizó el mismo método que la llevó a ser perseguida en Cuba: filmar los hechos, las denuncias, y enviar los testimonios a medios estadounidenses.

“Estamos desesperados. En una de las mayores crisis humanitarias ni el presidente de México ni el de Estados Unidos (los firmantes del MPP) nos están protegiendo”, asegura a CubaNet Peralta, una enfermera convertida en periodista ciudadana y activista contra el régimen de la Isla.

“Los cubanos estábamos trabajando cuando empezó la cuarentena. No estamos en albergues, nos manteníamos por nosotros mismos y ahora nos hemos quedado sin trabajo. No sabemos cómo vamos a comer; a muchos los están echando de sus rentas. Pedimos esperar el proceso de asilo con nuestras familias en EE. UU., como sucedía hasta que se aprobó el MPP”, apunta.

Las ventanas de la casa donde vive Peralta Torres con su familia y otros cubanos están cerradas herméticamente, aunque haga calor. Es la mayor protección que ha encontrado para los robos y los asesinatos cotidianos en esta ciudad mexicana. No hay una noche en la que su hija de siete años se orine varias veces. No se ha acostumbrado al sonido de los disparos.

Todos fueron víctimas de un secuestro. Ahora sufren los síntomas del trastorno de estrés postraumático, aunque ellos mismos desconozcan que padecen una enfermedad común entre soldados y sobrevivientes de situaciones violentas, entre otras víctimas.

Cubanos piden poner fin al MPP ante emergencia humanitaria de coronavirus. Foto del autor

Con el nuevo coronavirus los hábitos de sus tres pequeños no han cambiado mucho. Desde hace un año no ha habido escuela para ellos: no han podido jugar ni relacionarse con otros niños de sus edades. Viven encerrados, sin salir a las peligrosas calles de Matamoros: en su propia cuarentena constante para sobrevivir, en todos los sentidos. Tampoco van al supermercado: “No tengo qué comprarles y temo que me los roben”, asegura la enfermera cubana.

Las autoridades se lavan las manos con los solicitantes de asilo cubanos

En Ciudad Juárez las ayudas de antisépticos y mascarillas prometidas por el gobierno estatal ―por Enrique Valenzuela, director del CAIM-Coespo y máxima autoridad del estado de Chihuahua en atención a migrantes― no se han cumplido ni en plena pandemia.

En la oficina que coordina la entrega ordenada de solicitantes de asilo a Estados Unidos se informa a los migrantes cubanos que la ayuda (de alimentos, medicinas, mascarillas y antisépticos) solo beneficiará a los cerca de 2 000 migrantes de los  saturados albergues.

Para aclarar la contradicción entre sus declaraciones a los medios y la realidad, CubaNet contactó con Enrique Valenzuela, pero el funcionario no respondió ni siquiera por mensaje escrito.

La ayuda de emergencia por el nuevo coronavirus no existe para las más de 10 000 personas, en su mayoría cubanas, que se estima permanecen en la ciudad afectadas por el acuerdo binacional del MPP o las que están a la espera de solicitar asilo.

En toda la frontera de México con Estados Unidos la cifra de cubanos varados se acerca a los 30 000. Ninguno de ellos ha recibido ayuda de las autoridades responsables del MPP, ni de las mexicanas ni de las estadounidenses.

En un país donde algunos de los casos de muertos y contagiados se conocen antes por los familiares y el personal médico que por las autoridades, muchos migrantes comienzan a sentir pánico. El sistema público de salud está saturado con solo 20 camas de cuidados intensivos para una ciudad con más de un millón 300 000 habitantes.

Un día Serguei Salso, que espera su caso de asilo político desde hace casi un año, recibió tantos mensajes de otros cubanos desesperados sin saber qué comer, que pensó que había llegado la hora de pasar a la acción.

Este licenciado en contabilidad, consciente de lo que significa en Cuba ser un opositor al régimen y ser perseguido y arrestado por ello, tuvo la idea de pedir auxilio a la comunidad cubanoamericana. Descubrió que en Estados Unidos miles de llamadas han logrado cambios en acuerdos y en la legislación.

Se unió con Sindy Peralta para lanzar conjuntamente la campaña que pide el fin del MPP por razones humanitarias en medio de la pandemia del nuevo coronavirus. Aunque nunca se han conocido en persona y les separan las 13 horas en vehículo que hay entre esta ciudad mexicana fronteriza con El Paso (Texas) y Matamoros, la oposición a la dictadura cubana y el terror en México ―agudizado ahora por la extrema vulnerabilidad que este virus genera para los migrantes― les ha unido.

Juntos están lanzando desde este jueves una campaña de llamadas por teléfono y videos dirigidos a los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, Marco Rubio, Bob Menéndez y Albio Sires, a líderes de la oposición cubana en Estados Unidos como Rosa María Payá y Eliécer Ávila, y a organizaciones como el Centro para una Cuba Libre (CFC).

“Este pueblo que está aquí (esperando en México el proceso de asilo político para acceder o no a EE. UU.) no tiene un seguro médico, no tiene un estatus migratorio, no tiene trabajo ni donde vivir… ¿Qué va a pasar cuando este pueblo se enferme?”, afirma el defensor de derechos humanos y opositor cubano Serguei Salso.

“Aquí en la frontera mexicana hay un pueblo, hay más de 30 000 cubanos. Yo les hago un llamado a todos (los) que en otro momento han levantado sus voces por los que están presos en estaciones migratorias en Estados Unidos y gracias a Dios los están soltando… Este pueblo no es un pueblo ajeno, es su gente, es su sangre, es su tío, su primo, su marido, su mujer… Les pedimos que nos ayuden y que pidan la eliminación del MPP por razones humanitarias (durante la crisis) del conoronavirus”.

Los cubanos varados en México son conscientes de las opiniones de los expertos sobre el MPP: el protocolo es una muerte anunciada para los migrantes más vulnerables.

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